Presupuestos contra el Estado y la Nación

Quien duda del concepto de nación, lo normal es que tampoco crea en la Nación española

Fernando Sicre

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Quien duda del concepto de nación, lo normal es que tampoco crea en la Nación española. Tampoco parece que tenga claro la trascendencia del concepto de Estado. Nadie sensato y al que se le debe exigir atender el interés general por encima del partidista y ... por su puesto del suyo propio, puede firmar unos pactos como los que pretende firmar, para salvar las cuentas del Estado. Ha puesto en evidencia la unidad de España, la de la Nación española y la del propio Estado. Podríamos preguntarnos sí el interfecto omitido es Wally, pero las pistas dadas son suficientemente obvias para pensar que hablo de la rémora de Presidente que nos desgobierna, acompañado de una pandilla de indeseables, entre los que se encuentran algunos de sus ministros. Ni el astronauta metido a nefasto gestor societario, ni el mago de Abengoa sancionado por la CMNV, ni la que aplaude por las conversaciones vaginales interceptadas que van a dar mucho juego para la extorsión, ni la gestora inmobiliaria, una de cuyas viviendas Meonaetxeaá, compite por méritos propios con la vivienda de la Preysler, conocida como villa Meona, ni tampoco la que se dirige a las periodistas como «mira Chiqui», maleducada y cateta, a la que la Cámara de Cuentas de Andalucía, en un informe de fiscalización, recriminó por haber levantado «obstáculos a la plena aplicación de los principios de publicidad, concurrencia y no discriminación», o sea, la imposición de cargos de libre designación de manera indiscriminada, saltándose los principios constitucionales de acceso al empleo público…y eso que presume de su condición de hippy y comunista en sus años mozos. Estos son los subordinados del «doctor cum fraude», así es que imagínense en manos de quien estamos. Y para rematar la faena, el vicepresidente todopoderoso de facto, propietario de Villa Tinajas, recorre las cárceles para solicitar el voto favorable de los golpistas catalanes a los PGE. Tampoco conocemos que les ha ofrecido a los ultramontanos de la derecha cavernícola del PNV, a los filoetarras…Otros que también pretenden la destrucción del Estado. Todo ello me recuerda y retrotrae mi memoria a los años 30. La unión de la izquierda en el Frente Popular y los nacionalismos vasco y catalán, que se empeñaron y lo consiguieron, rompiendo el marco constitucional republicano. Era palpable y muy descriptible lo acontecido el otro día en el Congreso, la vuelta de las dos España, como si no hubiéramos tenido suficiente con una Guerra y una Dictadura. Un Gobierno que nace del apoyo en la moción de censura de la ultra izquierda comunista bolivariana, de los nacionalistas que enaltecen a sus acólitos y dirigentes con discursos xenófobos y supremacistas y a los que apela también ahora el apoyo a sus presupuestos, es que nada bueno puede fraguarse con semejantes invitados, amén de la servidumbre inmemorial que padece el PSOE con el PSC, catalanistas-nacionalistas, realmente no se sabe lo que quieren, salvo la destrucción del país, como sus correligionarios del tripartito, cuando comenzaron la labor, capitaneados por el andaluz de Iznájar, un gran traidor de muchos que allí habitan.

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