OPINIÓN
Politizarlo todo
En estos tiempos que corren, algunos quieren politizar hasta el Trofeo Carranza, las sentencias o las notas de Selectividad
Hoy en día, en estos tiempos de verdades absolutas impuestas por cuatro intelectualoides y la turbamulta de las redes sociales, o comulga usted con ciertas ruedas de molino o ya sabe. Facha, fascista, machista, homófobo, etc etc. A ver quién se atreve a decir, por ... ejemplo, que el Trofeo Carranza femenino es un ‘cobazo’ grande que le han dado el Cádiz CF y el Ayuntamiento a la afición amarilla. Para el club es una operación fantástica. Se quita el engorro de tener que buscar equipos con cierto renombre para que vengan con los suplentes y encima consigue publicidad gratis con el revuelo montado. Sin embargo nadie dice que la verdadera igualdad sería que hubiese un Trofeo Carranza con cuadro masculino y cuadro femenino. Como la Liga, como en cualquier deporte. Dejar sólo la competición femenina es demagogo y sectario, pero por lo visto está prohibido decirlo.
La política, los políticos radicales de hoy, se han apoderado de todo. O eso pretenden. La nueva sentencia de ‘La Manada’, por ejemplo. Cualquiera con dos dedos de frente –y vote a quien vote– no puede sino estar satisfecho con el hecho de que a esos cinco indeseables les hayan caído 15 años. Pero ahí están algunos políticos como Pablo Iglesias queriendo ponerse otra medalla, como si el mérito fuese suyo o de su partido. Como si desde el Congreso se pudiesen controlar los más bajos instintos de cinco bestias hasta arriba de droga en una fiesta multitudinaria. Ese es trabajo de jueces y policías.
Pasa igual con la enseñanza. O defiendes la escuela pública como si sin ella no hubiera un mañana o etiqueta que te colocan. Ojalá todo lo público, que pagamos con nuestros elevadísimos impuestos, funcionara a la perfección. Pero resulta, mire usted por donde, que no es así. Que los colegios concertados, en su gran mayoría, ofrecen servicios e instalaciones a padres y alumnos que difícilmente van a encontrar en la pública. Una pública que a poco que rasque usted un poquito, también está cada día más politizada. No digo en las aulas –o al menos no quiero ni pensarlo– pero desde luego sí otros ámbitos. El Ayuntamiento de Cádiz, por ejemplo, organiza desde hace un par de años unas olimpiadas escolares sólo para colegios públicos, como si los niños de Amor de Dios, Las Esclavas, Salesianos, San Felipe o La Salle–Viña no fueran gaditanos. Hasta el excelente resultado obtenido por el joven barbateño Miguel Gallardo en Selectividad han querido politizar. La nota más alta posible. Y claro, algunos ya se han apresurado a decir: «es que es de la pública». ¿Y qué? Ese joven es un prodigio, un ejemplo de esfuerzo, inteligencia y constancia, que debe ser un espejo para todos los que vienen detrás. Independientemente de dónde haya estudiado. ¿O es que el profesorado de la concertada es peor? Pretender politizar hasta el privilegiado cerebro de un jovencito con un brillante futuro por delante es ridículo y oportunista. Y de mediocres.