La Voz de Cádiz
La Plaza de Sevilla, sin horizonte
El mayor proyecto urbanístico de Cádiz sigue empantanado sin que el Consistorio tome el mando
Empantanado. Sin visos de prosperar. Abandonado y castigado. Así se encuentra el proyecto de reordenación urbanística más importante que tiene por delante la capital gaditana. El plan de la Plaza de Sevilla no avanza ni un centímetro y sigue siendo un futurible que, por una u otra razón no llega nunca a ejecutarse. Inmóvil lleva años esta idea de adaptación y mejora de este kilómetro cuadrado llamado a ser el punto dinamizador y de gran actividad comercial y turística de la ciudad. Pero esta relevancia, tan necesitada –como modelo y también como reclamo–, no lo termina de sacar del cajón. Y lo que es peor,todo apunta que le queda mucho para que alguien lo desempolve. El clima político y el bloqueo del gobierno municipal no son los mejores aliados para que la Plaza de Sevilla sea finalmente ese gran recibidor que merece una capital de provincia como la gaditana.
Las administraciones de las que depende no acaban de ponerse de acuerdo. Es más, para su reordenación se firmó un convenio de colaboración en el año 2008 entre el Ministerio de Fomento (entonces regentado por la socialista Magdalena Álvarez); la Junta de Andalucía, la Administración de Infraestructuras Ferrovarias (Adif), y el Ayuntamiento de Cádiz, liderado en esas fechas por Teófila Martínez. En ese acuerdo se establecieron una serie de obligaciones y compromisos por parte de cada uno de ellos que no han llegado a cumplirse. Y, de momento, parece que tampoco hay empeño por parte de la parte supuestamente más interesada, el Consistorio. La comisión técnica que se puso en marcha para impulsar este proyecto no se reúne desde el año 2015. Es decir, hace dos años que los especialistas e interesados para que el plan tome forma no han vuelto a hablar de él.
Por eso no es de extrañar que los grupos de la oposición coincidan en darle un aviso al alcalde. Quieren que José María González Santos tome las riendas y encabece un plan que necesita su ciudad, la de aquí, la que dirige. La ordenación de una nueva estación de autobuses, un hotel, un mercado gastronómico, unos jardines en la muralla o la posibilidad de instalar la nueva Comisaría en este espacio, le están esperando. Nada menos.