El Apunte
Las playas, patrimonio hasta en invierno
La pujanza de los chiringuitos como propuesta hostelera en pleno diciembre muestra la fuerza de estos locales vinculados al patrimonio natural
A estas alturas de promoción turística, resulta ridículo recordar lo que son las playas para Cádiz. Son su alma y su escaparate, su mayor atractivo y patrimonio. Pocas provincias españolas tienen más kilómetros de arenas más limpias, de orillas más largas y anchas. Muchas de ... ellas sin mancha de edificios. Es evidente que forman parte esencial, quizás la principal, de la oferta de todo el sector servicios. Nadie lo va a poner en duda, ni siquiera en pleno invierno. Por ese motivo se trata de cuidar una riqueza tal que va mucho más allá de lo paisajístico, que es valor natural, escenario cultural y hasta pulmón de varias ciudades de la provincia que no tienen otras alternativas verdes. De chiringuitos a hoteles, de transportes a gastronomía tienen un vínculo con las playas desde Sanlúcar hasta Sotogrande. De ahí que haya que protegerlas y cuidarlas, engrasarlas sin ensuciarlas, para que mantengan su papel de motor principal del esencial sector turístico en la provincia, tanto en la temporada veraniega como ahora, cuando parecen inhóspitas pero no lo son.
Todas las partes reconocen que es necesario explotar su uso hostelero, pero con el mismo afán con el que se cuidan, igual que se limitan las construcciones o la distancia con las viviendas. Al margen de las disquisiciones jurídicas, las nuevas condiciones han contribuido a armonizar los chiringuitos, a lavar su imagen y, sobre todo, a prestar un servicio renovado que resulta vigente, atractivo y rentable incluso en pleno diciembre, para las cenas típicas previas a Navidad. No obstante, el propio sector avisa de que la inversión ha sido grande, hasta 200.000 euros han tenido que desembolsar algunos en las instalaciones, lo que repercutirá, casi con toda seguridad, en los precios de algunos productos.
Es decir, se trata de regalar la playa para beneficio de todos gracias al esfuerzo, la inversión, de unos pocos. La playa es de todos y a todos corresponde cuidarla. El Gobierno local que representa a los gaditanos, en primer término y de forma ejemplar, debe encabezar esta lucha. Hay que potenciarlas y evitar un menoscabo del patrimonio natural de la ciudad.
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