El Apunte
La playa, El albergue y el derecho
El Ayuntamiento tiene el deber de compatibilizar los derechos de todos los ciudadanos
a temporada media de playas, con las vacaciones escolares a la vuelta de una semana, comienza hoy con un problema inesperado en las orillas gaditanas. Su tramo más popular y cantado, el más querido, ha sido tomado por medio centenar de indigentes que viven, pernoctan, miccionan o se asean entre los bañistas asombrados. Tienen sus enseres y su único techo bajo el Balneario de La Palma. La más familiar de las playas gaditanas se ve obligada a convivir con estos invitados insospechados de diversos orígenes, en distintas circunstancias y, en algunos casos, sin muchas alternativas.
El laxo papel de cómplice de los desventurados que gusta ejercer al gobierno municipal y al nuevo alcalde no es el mejor aliado para afrontar la situación. Nadie, ni los ciudadanos que protestan, le desean el menor daño a los sintecho que se congregan en la zona pero anunciar a voz en grito que no se les expulsará ni se tomarán medidas tampoco sirve más que para incrementar su número.
Las instituciones, la sociedad entera, tiene el deber de proporcionar alternativas dignas a estas personas. Desde alojamiento y albergue hasta alimentación correcta, servicios higiénicos mínimos e incluso una atención médica universal. Una vez establecido este principio se trata de usar esos servicios. La ciudad tiene varios albergues, como la Bahía, incluso habilitó el Centro Náutico Elcano como refuerzo durante las obras de uno de estos recintos.
Por tanto, es su obligación indicar a los indigentes que deben usar estos servicios para no asearse, alimentarse, aliviarse o pernoctar en mitad de la playa que otros vecinos usan para su esparcimiento, más allá del papel turístico y promocional de estos parajes.
El Ayuntamiento está en el deber de compaginar derechos y los vecinos también tienen el de usar unas playas libres y limpias, sin presencias que puedan incomodar, sin actividades impropias de las orillas. Una vez garantizado que los indigentes tienen a dónde ir, tienen un lugar en el que poder descansar y tener lo imprescindible, es necesario decirles que no pueden ocupar plazas o parques si así impiden el libre tránsito, el ocio y el disfrute del resto de los vecinos.
Otorgarles los mínimos derechos ha de ser compatible con garantizar los del resto de los gaditanos.
Ver comentarios