El Apunte
Perfiles y balances
La innecesaria valoración de los primeros meses del nuevo mandato quedaron en la retórica habitual y ocultaron las discrepancias internas
Un tiempo de aciertos y errores pero más, mucho más, de lo primero que de lo segundo. Claro. Otra vez la promesa de trabajar por la gente, de poner a la gente en el centro, de luchar por la gente. La gente, la gente. Las ... apuestas decididas y dejarse la piel, las hojas de ruta y el compromiso inquebrantable, entre otras fórmulas más que manoseadas por todas las formaciones políticas en los últimos años. A eso se resume, valga la reiteración de tan redundante momento, el resumen, el balance que realizaba ayer, un lunes cualquiera, el alcalde de Cádiz , José María González, de los primeros cien días de gestión de su nuevo Gobierno local al frente del Ayuntamiento de Cádiz, reelegido el pasado mes de mayo para iniciar el quinto –de ocho años– al frente de la administración municipal.
Otra vez la herencia y la deuda que hace de lastre, una excusa que cualquier equipo de Gobierno tendrá siempre. De hecho, todos la utilizan, un mandato tras otro, cada vez que hay cambio de color político. Los demás lo han dejado todo destrozado, siempre los demás. Nosotros vamos recomponerlo, siempre nosotros. Ese apunte económico encabeza la parte positiva de la valoración que hace el alcalde de su gestión.
En su análisis destacado, igualmente, la activación de varios proyectos que estaban presuntamente olvidados. Son pocos. Los que están paralizados, atascados, son siempre responsabilidad de los demás. Por ejemplo, ahora, de la Junta de Andalucía. Tan previsible como el resto del discurso.
Lo más llamativo estaba en lo poco concreto que apareció. El inicio del mandato –del que apenas han transcurrido dos meses de trabajo real entre plazos administrativos de proclamación y periodos vacacionales– ha vivido ya dos cambios fundamentales en su equipo. Uno de los concejales con mayor responsabilidad ha decidido dedicarse a la labor docente y dejar el Ayuntamiento como un hobby por horas. Mientras que una concejala ha renunciado para resaltar las diferencias internas. Como solución, el alcalde, en su balance, habla de «ajustar perfiles» a los cargos que habrá de relevar. Resulta curioso que se plantee eso ahora, a los cien días, cuando tuvo que hacerlo hace apenas tres meses.