OPINIÓN
Pedro Sánchez, el huidizo
Escurriendo el bulto a toda situación incomoda, refugiándose en una carcasa de realidad paralela, muy alejada de la realidad del país
![Pedro Sánchez, el huidizo](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2019/11/06/v/sanchez-min-kK5H--1200x630@abc.jpg)
Tras el debate del pasado lunes entre los candidatos a presidir el Gobierno de nuestro país, hemos podido comprobar que lo de Sánchez es de vergüenza ajena . Durante todo el debate no fue capaz de levantar las narices de sus papeles, que vaya ... usted a saber lo que ponían. Se pasó todo el tiempo durante el que intervenían los otros candidatos sin ser capaz de aguantar la mirada de ninguno de ellos. Fueron pocos los segundos en los que el Presidente en funciones, importante detalle este, levantó la mirada para observar a sus oponentes de atril cuando alguno le interpelaba en las materias de las que se compuso el debate. Un formato de debate, por otro lado, tedioso, aburrido y poco útil para sacar algo en claro de las propuestas o de las declaraciones de intenciones de los que allí hablaban. Bien porque a algunos les interesaba perderse en circunloquios que no llevaban a nada, véase el caso de Pedro Sánchez, o porque no había tiempo suficiente sin ser interrumpido para poder exponer sus ideas para el país, como fue el caso de Casado.
El lunes Pedro Sánchez hizo gala del refrán aquel que dice «que no hay mayor desprecio que la falta de aprecio». Durante todo el debate la actitud 'chulesca', permítanme ese adjetivo, de la que hizo gala el Presidente del Gobierno fue deplorable. La realidad es que lo que hubo en ese plato fue un debate de cuatro -Casado, Iglesias, Rivera y Abascal- y una estrella invitada -Sánchez-, que intervenía como si el debate no fuera con él. En ningún momento se atrevió a bajar al ruedo del cara a cara con ninguno de los adversarios. Únicamente se limitaba a leer las propuestas, en la mayoría de los casos, irrisorias, sin ser capaz de contestar a ninguna de las preguntas que le formulaban los otros candidatos.
Nos quedamos con la incertidumbre de saber que es para Sánchez una nación , ni cuantas naciones hay dentro de España según él. Asimismo, tampoco contestó a los múltiples requerimientos realizados sobre con quien pactaría tras el 10 de noviembre en caso de ganar las elecciones. Lo que si dejó claro es que por más que Pablo Iglesias hiciera el amago de tirarse en los brazos de Pedro Sánchez, este en ningún momento hizo el más mínimo además de recogerlo. Dejando que, una y otra vez, el 'marqués de Galapagar' lanzara al aire sus requiebros de amor por un gobierno de izquierdas en coalición sin recibir más respuestas que el eco de sus propias palabras.
Sánchez jugó el lunes a intentar salir lo menos salpicado posible de un debate electora l en el que los otros cuatros representantes irían a por él. Evitar el caer en un cuerpo a cuerpo en el que se sabe muy inferior a los otros. Escurriendo el bulto a toda situación incomoda, refugiándose en una carcasa de realidad paralela, muy alejada de la realidad del país. Y si todo eso implicaba el tener que hacer oídos sordos a cuanto allí se dijera y, únicamente, lanzar sus propuestas utópicas, pues así lo haría, como efectivamente hizo.
De todo lo que allí ocurrió, la mayor duda que me dejó el debate fue la de qué escribió Sánchez durante las casi tres horas que duro el debate. Ya que lo mismo, con su clarividencia de ideas, aprovechó la ocasión para escribir otra tesis doctoral u otro libro , ya sabemos del nivel intelectual de este hombre…