Fernando Sicre

Partidos políticos y mandato representativo

Lo acontecido estas dos semanas atrás en Ferraz debe llevarnos al análisis de las dos llamadas lógicas, imperativas y representativas de la actividad política

Fernando Sicre

Lo acontecido estas dos semanas atrás en Ferraz, donde el «no» se ha convertido en «sí», con independencia del esperpento vivido y retransmitido en directo por todas los medios de comunicación, debe llevarnos al análisis de las dos llamadas lógicas, imperativas y representativas de la actividad política. La Constitución reconoce el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos directamente o por medio de los representantes libremente elegidos por sufragio universal. Además manifiesta que los miembros de las Cortes no están ligados por mandato imperativo. Y que el voto de senadores y diputados es personal e indelegable. El mandato representativo es una forma de mandato político, que posee la característica de ser general, libre, y no revocable. El representante puede llevar a cabo acciones y votar o comprometerse, aplicando su propio criterio y su leal saber y entender. Sin que eventualmente tenga que respetar sus posibles compromisos anteriores adquiridos o aceptados frente a sus mandantes, o sea, frente al partido en cuyas listas comparece electoralmente. La democracia representativa reposa sobre el principio del mandato representativo. Los elegidos para materializar el poder que se le encomienda, deben poder disponer de completa libertad de acción, no encontrándose comprometidos a satisfacer nada que no sea su leal saber y entender. Los elegidos no solamente son los representantes de sus electores, sino que como cuerpo se constituyen en representantes de la nación en su conjunto. De ahí que Burke argumentara que el Parlamento no es una reunión de parlamentarios que representan intereses diversos y hostiles, «sino que es la asamblea deliberante de la nación, la que tiene un solo y único interés, el de la propia Nación». Es el Parlamento y no los elegidos quien ejerce la soberanía nacional. De tal forma que los diputados, no debieran representar ni interés particulares, ni intereses de partido, sino que por encima de todo, deberían defender los intereses superiores de la nación.

Podemos observar como el mandato representativo se contrapone con el concepto de mandato imperativo, concepto visualizado en la llamada dictadura de los partidos, que externaliza sus rasgos definitorios, imponiendo su mandato a los diputados, de ahí que se diga que el escaño en realidad pertenece al partido y no al diputado, ya que su elección mediante listas cerradas, es fruto exclusivamente de la acción del partido, teniendo poco o nada que ver la acción individual del parlamentario en la contienda electoral. Cosa que no ocurriría con la aplicación del sistema inglés electoral. Éste es un sistema mayoritario simple a una sola vuelta, en la que resulta elegido el candidato que logra mayor número de votos. En cada circunscripción sólo saldrá elegido un candidato: el más votado. Este voto busca otorgar la máxima eficacia a la concesión de la representación.

Pues bien, si aplicamos los designios constitucionales, la Constitución ampara al diputado díscolo frente al partido, no pudiendo el partido cesarlo por dicha circunstancia, que no es otra que llevar hasta sus últimas consecuencias el sentido del mandato representativo. Sin embargo y la Constitución no se opone a ello, que el partido castigue al diputado que le salió respondón, excluyéndolo de las listas electorales en futuras elecciones. De ahí que ante la pretensión de unidad de acción del grupo parlamentario correspondiente se reivindique también el mandato representativo, que llevado hasta sus últimas consecuencias por quien está legitimado a darle uso, en las próximas elecciones a buen seguro, no podrá ejercer su opción política, ni mediando mandato imperativo, ni representativo, porque su vida política habrá sucumbido al final de la legislatura donde se produjo dicha confrontación conceptual.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios