El Apunte
El paro como bochorno
El listado de localidades españolas con más desempleo vuelve a sacar los colores a la provincia de Cádiz
El desempleo es un problema estructural de la provincia de Cádiz desde que se agota la memoria. Al menos, la de los menores de 60 años. Por tanto, se antoja crónico. Es tan antiguo que habría que remontarse a tiempos predemocráticos para encontrar porcentajes que ... no provocasen alarma. Quizás, por entonces, no se hacían recuentos o carecían del mínimo rigor. La presencia del desempleo es tan resistente y grave que resulta inútil hacer valoraciones mensuales, hablar de unas pequeñas subidas o bajadas. Incluso en términos anuales, las variaciones suelen ser muy pequeñas, siempre sometidas a la temporalidad de sectores clave como el turístico. Así que el hecho de que las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo registrasen unos cientos o miles de personas menos durante el mese anterior, o el trimestre aquel, suponen en la realidad social bien poco. El paro baja en toda Andalucía, baja en toda España y también baja en Cádiz. El problema es que en la provincia las cifras son tan altas, desde hace tanto tiempo, que los pequeños descensos progresivos, aunque continuados, parecen como poner una tirita en una herida de bala.
El dato conocido ayer lo demuestra. Siempre a la cola en todos los indicadores, siempre a la cabeza cuando se habla de desempleo: tres de los cinco municipios con mayor paro en toda España son gaditanos. Entre los diez, los quince, los veinte más afectados, aparecen ya mayoría de localidades de Cádiz, incluyendo la capital, en una acaparación que resulta bochornosa. Lleva años produciéndose al margen de las pequeñas alteraciones estadísticas pero sería más grave acostumbrarse. Esas cifras esconden un gran fracaso educativo y a familias, demasiadas, sin la menor oportunidad de regresar al mercado laboral.
La situación del paro en Cádiz es algo mejor que hace un año. Son algunos cientos de dramas menos pero siguen siendo demasiados. Sobre todo porque ningún otro territorio de España sufre esa lacra con tanta dureza y persistencia. De una vez por todas, las administraciones deben admitir que el mercado laboral no funciona en esta zona, que el sistema tiene taras irresolubles. Eso no va a cambiar de un mes para otro.