LAVOZDECADIZ - EL APUNTE
De la pancarta a dar conferencias
El alcalde de Cádiz, que hace dos años ‘reventaba’ claustros de la UCA, ahora da charlas sobre economía social en los cursos de verano
Resulta cuanto menos paradójico ver al alcalde de Cádiz participando en conferencias sobre economía social en los cursos de verano de la Universidad de Cádiz. Por varias razones. La principal, porque no hay ningún indicio de que tenga la preparación académica adecuada para hacerlo. Que se sepa, José María González Santos es licenciado en Historia, profesión que ejerció durante un tiempo relativamente corto antes de convertirse en liberado sindical. Es conocido que tanto una cosa como la otra las compaginó con su faceta de activista social, pero nunca ha recibido formación en Economía más allá de sus reuniones en asambleas o círculos de Podemos. Lo cual se antoja bastante poco meritorio como para sentarse en un aula de toda una Universidad de Cádiz a dar opiniones al respecto. Bien está para la barra de un bar o para una asamblea de de su formación política.
Por tanto, debemos concluir que el problema no es estrictamente de González Santos, sino de quien lo permite. Y la Universidad de Cádiz debería tener un filtro mucho más estricto a la hora de elegir a sus ponentes si quiere recuperar parte de la credibilidad perdida en los últimos tiempos a causa de muy diversos asuntos.
Nadie dice que un alcalde no pueda participar en un curso de este tipo. Pero debe hacerlo con asuntos más acordes a su formación académica o a su formación profesional. Es seguro que en Cádiz y en España habrá personas mucho más preparadas y menos tendenciosas a la hora de hablar de según qué temas.
Y el caso de González Santos resulta aún más llamativo porque él mismo se dedicaba hace apenas un par de años a ‘reventar’ encuentros de este tipo, cuando era un simple activista miembro de la denominada ‘Marea verde’. Él, junto a la concejala María Romay o el parlamentario Jesús Rodríguez, irrumpió de forma violenta en un claustro de la UCA al grito de «Menos corrupción y más educación».
Ahora, se sienta al otro lado de la mesa a disertar sobre asuntos en los que su preparación y conocimientos son cuanto menos cuestionables.Nunca nadie pensó que podría llegar tan alto ni una institución como la UCA a un nivel de ponentes tan bajo.