Opinión
Palliare
Ejercer la medicina conlleva un compromiso más allá de lo meramente profesional
“Juro por Apolo médico, por Asclepio, Higía y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y diosas, de que he de observar el siguiente Juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en tal empeño todos mis esfuerzos y mi ... inteligencia”. Así comienza el Juramento Hipocrático.
Ejercer la medicina conlleva un compromiso más allá de lo meramente profesional, por ello es la profesión en la que la vocación adquiere su máxima expresión. Los tiempos cambian, y por ello la Asamblea Médica Mundial en su Asamblea celebrada en Chicago aporta a este Juramento dos elementos claves de unos componentes esencialmente éticos, la autonomía del paciente y el cuidado de la salud del propio profesional.
De todas las ramas de la ciencia, la Medicina es la única que del árbol original sufrió una escisión que la llevó a ser algo más que un mero cálculo previsto por irrefutables leyes biológicas, matemáticas, física o químicas.
Para su ejercicio hay que aunar disciplinas que se surten de otras fuentes. La Medicina es Ciencia, en cuanto que bebe de manera desaforada de los avances científicos que han logrado que el sanar esté a la orden del día.
La Medicina es Arte, en cuanto requiere de un saber y un estar, para que cuando nos pongamos delante de la persona que sufre sepamos que de nada nos servirán los conocimientos sin la destreza en el manejo de las emociones y del sufrimiento ajeno.
La Medicina es Humanidad, en cuanto a que nuestra razón de ser es un igual al que a veces sanamos, con frecuencia aliviamos y siempre consolamos.
Si su ejercicio es en sí difícil, la hipérbole de su arte su produce cuando el trance final se asoma al horizonte más cercano. Esa persona debe estar hecha de una pasta especial. La ciencia y el conocimiento quedaron atrás, ahora toca acompañar en el sentido más majestuoso de la palabra. Ese acto que sirve por igual para el consuelo y las lágrimas, que calma el dolor físico y el del alma, que escolta con paz y sosiego al silencio.
El profesor Hernández Guerrero, catedrático de Teoría de la Literatura de la Universidad de Cádiz ha publicado un libro titulado ¿Curan las palabras? Una mirada, una palabra, un gesto sirven de bálsamo para mirar cara a cara al barquero del fin que nos lleva al otro lado del rio.
El término paliar se define como el acto de hacer más soportable el dolor causado por una enfermedad. La Atención en Cuidados Paliativos se ha convertido en lo más plus de nuestro sistema sanitario.
Este año el Colegio de Médicos de Cádiz ha tenido a bien conceder el Premio Medicina Gaditana 2019 a la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario de Puerto Real. Es un reconocimiento a “esas” profesionales que con su amabilidad y ternura son capaces de llevar el alivio a los que sufren por sí y por los que les rodean. Que hacen que lo que está por venir se mire de reojo y por encima del hombro, como si no fuera con la persona que soporta la escasa vida hasta las últimas consecuencias.
Por Eugenia, Belén, Raquel, Toñí, Pilar y Cristina. En sus manos los miedos se hacen pequeños, el dolor y el sufrimiento se torna ridículo.
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