OPINIÓN

Palabra de alcalde

Cuando la Justicia le dio la razón, sacó pecho. Cuando le condena, lo cuestiona todo. Se define

La condena de la Audiencia Provincial al alcalde de Cádiz –un hecho prácticamente inaudito en la historia democrática reciente del Ayuntamiento – tiene una traducción directa y simple: no todo vale en política. El alcalde de Cádiz, José María González Santos, ha tenido que ... responder ampliamente ante la Justicia –con dos archivos y dos recursos– que finalmente han acabado en sentencia, por las injurias y calumnias vertidas contra el PP en el ‘caso Loreto’.

Ya no son presuntas y supuestas. Son injurias y calumnias según ha dictado un tribunal que todos nos hemos dado como sistema de arbitraje incuestionable y comunitario. Aún cabe un último recurso, a la más alta instancia. Le acompañaban en esa aventura su ideólogo y primer asesor, el jefe de Gabinete José Vicente Barcia Magaz, y el exdelegado de Medio Ambiente, Manuel González Bauza, que finalmente no han sido condenados. El regidor jugó con el fuego del exceso verbal y la demagogia al arrogarse el papel de defensor del pueblo para explicar interesada y subjetivamente la gestión del anterior equipo de Gobierno en la crisis del agua de este barrio gaditano, en octubre de 2014.

Recordarán los que vivieran en Cádiz: problemas de contaminación bacteriana en la red de tuberías obligaron a cortar el suministro en la zona durante 14 días. La Audiencia Provincial considera que el primer responsable del equipo de Gobierno –durante una asamblea vecinal a la que convocó a los medios de comunicación en marzo de 2016– acusó a sus predecesores de dar agua al barrio «a sabiendas de que estaba contaminada» .

Se trataba de una afirmación grabada y recogida por los medios de comunicación que asistieron aquel día a la asamblea . Un primer auto judicial trató de ridiculizar la transcripción que hicieron de esa acusación con unos términos muy gruesos. Finalmente, ha quedado demostrado que simplemente contaron lo que sucedió y se dijo. Después vinieron las explicaciones de los promotores del acto, los matices y el juego político. Sin embargo, el PP decidió poner el asunto en manos de los tribunales ante lo que consideraban una acusación «muy grave».

El alcalde sacó pecho cuando ganó las primeras batallas, ya que el juzgado de Instrucción número tres archivó la denuncia y la Fiscalía optó por no presentar cargos, pero ahora ha perdido la penúltima guerra de su inquina hacia el PP. Cuando los tribunales le daban la razón, alababa las decisiones. Ahora que le condenan, los critica y cuestiona. Estas palabras, como aquellas, le definen.

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