OPINIÓN

Un paciente llamado salud pública

Los futuros responsables de la Junta tienen por delante el reto de garantizar la calidad del servicio en Cádiz

Hace justo una semana los andaluces nos levantábamos con la sorpresa de los resultados electorales. Los ciudadanos, en la inapelable tribuna de las urnas, habían dicho alto y claro que querían un cambio en el gobierno de la Junta y que las casi cuatro décadas ... de gobierno de socialista debían pasar a la historia. Se abría, de ese modo, la incógnita de quién sería el próximo presidente y cuáles serían los nombres para ocupar las distintas consejerías andaluzas. Entre ellas, como una de las que ofrece más retos, destaca la de Salud, sobre cuyos imaginarios hombros se sustenta el bienestar de los andaluces y los sueldos de miles de profesionales.

En el caso de la provincia de Cádiz, se puede realizar un rápido diagnóstico a la situación de ese paciente llamado sanidad pública. El primer y más preocupante síntoma que presenta, según los propios colectivos ciudadanos, es el de las listas de espera para una intervención quirúrgica. Un problema que viene agravado por la falta de profesionales en los centros de salud de los gaditanos. El remedio obvio sería hacer una transfusión de médicos y enfermeros, pero las hasta ahora malas condiciones laborales ofrecidas por la administración, cuando llegaban, han restado eficacia a esta solución.

La situación del paciente no es la mejor, pero tampoco es grave. Sufre los achaques de unas infraestructuras que dependen en exceso de ayudas externas como son los hospitales de la empresa Pascual, y de un centro de La Janda que lleva camino de convertirse en el cuento de nunca acabar. Un rápido vistazo a las señales del cuerpo médico avisan también de que el nuevo consejero de Salud deberá ser más duro en el control de las agresiones a los sanitarios, que han denunciado en demasiadas ocasiones que se sienten abandonados cuando llegan los ataques.

Desde la limpieza de los ambulatorios hasta el sistema de subastas de los medicamentos, este enfermo que es el SAS necesita de una profunda revisión para que lo que ahora son problemas solucionables no se conviertan en patologías crónicas. No debe preocuparse la futura cúpula política. Los ciudadanos, los profesionales sanitarios y los medios de comunicación estaremos alerta para que la sanidad pública gaditana goce de la mejor de salud firme quien firme las recetas.

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