La Voz de Cádiz

Otra edad de oro para el sector naval

La intensa actividad en plantas como Puerto Real puede verse coronada con el acuerdo con Arabia Saudí

La Voz

Los tiempos de manifestaciones y desesperación, de meses y meses con las manos cruzadas a la espera de un contrato salvador, han pasado en las plantas de Navantia en la Bahía de Cádiz. Resulta complicado identificar los buenos momentos, porque la perfección no existe, la insatisfacción es inherente al ser humano y siempre hay quejas que expresar. Sin embargo, las malas rachas se detectan inmediatamente. Ahora, es evidente, el sector naval gaditano, el pilar de toda la industria de la comarca, vive una de esas etapas positivas, de actividad y empleo. De hecho, en estos días, centros como el de Puerto Real viven uno de los picos más altos de carga de trabajo registrados en el último lustro. La construcción de los cuatro petroleros Suezmax para el grupo vasco Ibaizábal y la obra de la segunda subestación eléctrica para la compañía Iberdrola provocan que, como media, 1.600 personas trabajen para Navantia a diario, entre sus propias instalaciones y la industria auxiliar. En muchas jornadas, esa cifra supera los dos millones de operarios, técnicos y personal de alta cualificación. Todo apunta, además, a que la necesidad de mano de obra será mayor a partir del verano, una vez que arranque la producción en dique del tercer barco y la plataforma eólica de Iberdrola tome cuerpo.

Esta realidad puede ser mejorada, a corto plazo, con expectativas tan importantes como el contrato con Arabia Saudí para la construcción en los astilleros públicos españoles de cinco corbetas. Ese pacto beneficiaría a la planta que más problemas tiene ahora, la de menos actividad, la de San Fernando. Se trata de un pacto histórico para las plantas del sector naval español y, concretamente, para la isleña. Supone, nada menos, la construcción de cinco corbetas para la Marina Real saudí.

El astillero de San Fernando aguarda con impaciencia la luz verde de Arabia, ya que la carga de trabajo podría quedar garantizada para lo que resta de década. Navantia es la mejor colocada y la construcción de esos cinco barcos sería un enorme balón de oxígeno definitivo para Navantia. Se trataría de una inversión de 2.000 millones de euros, es decir, el encargo más alto que ha recibido nunca la empresa española en su historia. Si a realidades como la de Puerto Real y Cádiz se suman previsiones como la de San Fernando, el resultado puede ser una nueva edad de oro de la construcción naval en la Bahía.

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