EL APUNTE
Obras a cambio de votos
La víspera de las elecciones resucita de golpe viejos proyectos urbanísticos que estaban en el cajón
Las obras en tropel en calles y plazas de nuestras ciudades son un clásico que se repite cada vez que se anuncian elecciones. Es el argumento que utilizan los políticos para demostrar la eficacia de su gestión y, sobre todo, el cumplimiento de algunas de ... las promesas que hicieron cuatro años atrás durante la campaña electoral anterior. Las obras llegan a las calles como el humo de las castañas asadas cuando se acerca noviembre. En este caso, Cádiz se encuentra patas arriba por distintos frentes de su casco urbano debido a proyectos urbanísticos que estaban en el cajón del olvido o bien se habían retrasado por causas administrativas varias. Sin embargo, la convocatoria de las elecciones autonómicas para el próximo 2 de diciembre y las municipales, que llegarán en mayo del año que viene, han obligado a nuestros responsables políticos a activar la maquinaria para que las vallas y los albañiles inunden las calles. De lo que se trata es de ver la eficacia de la gestión a toda costa. Cabe preguntarse por qué esta cascada de actuaciones no se ha hecho antes de manera escalonada. Todas las obras coinciden en la misma época. Cádiz, desde luego, no e una excepción. La coincidencia de obras en espacio y tiempo está provocando situaciones de caos en algunas zonas de la ciudad como el Mentidero y su entorno. A consecuencia de las obras en la calle Veedor para mejorar la red de abastecimiento de agua en dicha vía, tanto llegar en coche a la plaza como circular por el barrio es laberíntico y complicado ya que toda la circulación se ha desviado de Veedor hacia las calle Zaragoza y Benjumeda. No se puede acceder ni desde la Alameda ni desde el Paseo Carlos III en su confluencia con la avenida Doctor Gómez Ulla, también en obras, quedando desplazado el acceso más próximo a la plaza desde el perímetro exterior a la calle Benito Pérez Galdós. Las obras del carril-bici, otra de las promesas electorales de la Junta y del propio Ayuntamiento de Cádiz, han terminado por pasar factura a hosteleros y comerciantes. De hecho, los responsables de los concesionarios de la Zona Franca han puesto el grito en el cielo al comprobar que llevan varias semanas con los accesos a sus negocios levantados, lo que ahuyenta a los clientes. Otra de las grandes obras emblemáticas de la capital es la avenida de Astilleros. Curiosamente la estación de autobuses se inauguró hace u año y el puente hace tres, pero esta avenida se ha dejado para el final.