El Apunte
Nuevas cuentas, viejos retos
Por más que se analizan cada año las cuentas de Junta o Estado, los mismos proyectos siguen siempre donde estaban
Es una herramienta fundamental para los dirigentes políticos y, también, un clásico de los medios de comunicación. Quizás, como sucede en otros casos, no compartan tanto entusiasmo los lectores y oyentes. Desde hace años, con la premisa de que son las cuentas fundamentales de todos, ... construidas con el dinero de todos, los medios analizan y desgranan los Presupuestos Generales del Estado o, como en el caso que ocupa ahora, los de la Junta de Andalucía para tratar de aclarar el futuro que espera a cada territorio con esa base documental. Esas cuentas oficiales son una gigantesca suma de cifras en las que todos buscan palabras, alguna clave que transmita una certeza o, al menos, una sensación.
Sin embargo, cada año, con cualquier partido en el Ejecutivo de Sevilla o de Madrid, los ciudadanos ven como esas previsiones se convierten en promesas incumplidas en las más de las veces. Un año tras otro, el supuesto destino del dinero público se mide al milímetro. El objetivo es adelantarse a lo que se hará. Si nada se hace, esos proyectos de cifras y nombres rimbombantes se convierten en el testimonio de un desengaño, en el certificado de un incumplimiento crónico.
En el caso de los edificios abandonados, los solares yermos y las infraestructuras de transporte, de las carreteras, autopistas, desdobles y reformas, esa sensación, esa decepción y esa frustración parecen haberse vuelto norma en la provincia de Cádiz, especialmente en su capital. De las nuevas cuentas autonómicas dependen, nada menos, los centros públicos sanitarios y educativos, un nuevo hospital o atascos crónicos como los de Tiempo Libre, Escuela de Náutica, Valcárcel, Ciudad de la Justicia o Plaza de Sevilla, nada menos.
En los casos que pertenecen al área del presupuesto estatal, no hace falta recordar casos como la trágica acumulación de accidentes, fruto del asombroso retraso que encadena la adaptación de la Nacional IV para que sea, de una vez, una alternativa real, eficaz y segura para la autopista Cádiz-Sevilla. Idéntica suerte corre la recuperación de las obras en Tres Caminos. Un verano tras otro se condena a todos los usuarios de uno de los mejores tramos de costa de España a sufrir atascos largos y molestos si quieren disfrutar esas playas y municipios maravillosos trasladándose desde cualquier punto situado al Norte de la Bahía de Cádiz. O la ampliación de la Nacional 340, de Vejer hasta Algeciras, o el tren de La Cabezuela, nada menos.
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