La Voz - El Apunte
Nueva lucha para astilleros
La necesidad de formación en Navantia no es sólo necesaria sino urgente
Pasan los días en el astillero de Puerto Real y crece la inquietud de la plantilla que se ve venir un problema que puede echar por tierra lo que tantos años llevan esperando:trabajo. La falta de formación de los operarios y el bajo coste de los contratos de obra amenazan en estos momentos la construcción de los primeros petroleros en el astillero de Matagorda. Navantia no dispone aún de los refuerzos que anunció para poder asumir la nueva carga de trabajo y cumplir así con el compromiso de los plazos de entrega. Y mientras que esto se soluciona, los talleres siguen cortando bloques de chapa para el próximo ensamblaje. Según estiman, a mediados de mes se podrá ir trabajando ya en el dique. Y es aquí dónde está el problema porque falta mano de obra especializada. El bajo coste de la obra hace que las industrias auxiliares que podrían aportar esas funciones no se sienten atraídas. Navantia ha sacado a concurso la adjudicación de varios paquetes, pero solo ha logrado adjudicar uno.
Viendo este panorama, es evidente la intranquilidad de los trabajadores de la factoría que temen que esta posibilidad tan demandada, tan necesitada, tan obligada, pueda acabar en fiasco y no dé los frutos que tanto desean desde hace décadas. Por eso es necesario un último empujón. Un apoyo de instituciones y del sector para que la rueda siga rodando y no se pare en seco. Es vital que haya formación, que se prepare a un personal que no le faltan ganas, pero que está pidiendo adaptarse a las nuevas exigencias del guión. La necesidad de formación urgente atañen a unas 1.200 personas del sector, ya que es la mano de obra que se solicitará en breve para abordar la construcción de los cuatro petroleros.
El proyecto de los cuatro petroleros, con opción de un quinto, significa para su promotor, el Grupo Ibaizábal, la puesta en marcha de una nueva fórmula de negocio para Navantia. Es decir, la oportunidad que buscaba el sector gaditano. Es más, tras esta iniciativa está además astillero coreano de Daewoo para sacar adelante la obra. Una amplia delegación coreana se encarga de supervisar los trabajos que se llevan a acabo en Puerto Real. No hay opción entonces para el error. Si se falla ahora quizá no haya otras más alternativas. Entonces, ya no se podrá dar marcha atrás.