Antonio Ares Camerino
No hay quien nos entienda
Seguro que hace tiempo que perdió la cuenta del número de ediciones y reimpresiones que ha realizado su editorial
Seguro que hace tiempo que perdió la cuenta del número de ediciones y reimpresiones que ha realizado su editorial. Ni que decir tiene que calcular el número de ejemplares vendidos de su obra ‘El habla de Cádiz’ es tarea imposible. El admirado filólogo Pedro Payán, en el año 1983, tuvo la brillante idea de recopilar palabras y giros lingüísticos que configuran la idiosincrasia particular de cómo los gaditanos hacemos uso del lenguaje. En todos los idiomas y todas las comunidades conformadas en una determinada zona geográfica existen particularidades en la forma de expresarse. Palabras con significados diferentes, frases que tienen un sentido totalmente distinto a lo que literalmente expresan, giros lingüísticos de resultados inesperados.
Si para un español el paradigma de la no comprensión de una lengua se expresa diciendo «me suena a chino», para un ciudadano de habla germana esta incomprensión se expresa «me suena a español». Algunos ejemplos de la facilidad de juego de cintura de nuestra lengua se aprecian en los innumerables giros que conforma nuestro idioma. Somos expertos en la lectura entre líneas, maestros en el despistaje semántico.
Estar en Babia. Blanco y en botella. Éramos poco y parió la abuela. Tomarlo por el pito del sereno. Buscar a alguien las cosquillas. Pedirle peras al olmo. Terminar como el rosario de la aurora. No querer arroz y tomarse dos tazas. Las cosa claras y el chocolate espeso. Sacar los pies del tiesto. Estar en la luna de Valencia. Comer con los ojos. Tirar la casa por la ventana. Echar todo por la borda. Dorar la píldora. La ocasión la pintan calva. Ponerse las botas. Hay ropa tendida. Coser para la calle. A palo seco. Otro gallo cantaría. Meterse en camisa de once varas. Salvarse por los pelos. Ni fu ni fa. Irse por los cerros de Úbeda. Andarse con pies de plomo. Saber nadar y guardar la ropa. No dar una puntada sin hilo. Tirar de la manta. Mirar debajo de la alfombra. Pringarse hasta las trancas. El quinto pino. No hay tu tía. Hacer la pelota. Montar el pollo. Sanseacabó. Te qui pui. No ni na. Como pez en el agua. Aguantar carros y carretas. Más perdido que el barco del arroz. Poner una pica en Flandes. Hacerle la cama a alguien. Moverle la silla. Buscar una aguja en el pajar. Repetirse más que un pepino. Hacer un pan con tortas. Arrimar el ascua a la sardina. Para ese viaje no hacen falta alforjas. Ver la paja en el ojo ajeno. Ponerse a los pies de los caballos. Armar la marimorena. Ser más pesado que un choco. Tener todo el pescado vendido.
Haga la prueba. Escoja el mejor traductor on line que encuentre en Google, ponga alguna de las frases anteriores y déle a traducir al idioma que prefiera, encontrará traducciones literales, frases sin sentido. Seguro que nadie le entenderá.