HOJA ROJA
No es la educación, son los colegios
En Cádiz los padres siguen prefiriendo la escuela concertada. No lo digo yo, lo dicen los datos que son los notarios de la realidad
Todos los años, llegando esta fecha, hago la misma pregunta aun sabiendo que no voy a encontrar respuesta. Y no porque la cuestión que planteo entrañe una dificultad en sí misma, sino porque implica un debate ciudadano profundo y exige tanto sentido común, que preferimos, ... año tras año, desviar la atención a la golosa capa de merengue que envuelve el pastel. Y es que el pastel es tan goloso que invita a meterle el dedo y chupárselo antes que cortar la tarta y probar que lleva por dentro. Sabe usted de lo que hablo, porque cuando cada marzo llega el proceso de escolarización, a nadie se le ocurre centrar la cuestión en el foco del problema, sino que vuelven como las oscuras golondrinas los tópicos añejos formulados a la mortecina luz de unos complejos que nunca –o casi nunca– están en las listas de dudas que se plantean los padres a la hora de elegir colegio para sus hijos. Fíjese que no he dicho a la hora de elegir «educación», sino «colegio», porque ese es la cuestión. ¿ Qué colegio buscan los padres para sus hijos ? Ya ve que la pregunta es fácil y la respuesta también lo sería si en vez de organizar las campañas en las hojas, se fijaran en los rábanos y se hiciera un análisis y una valoración de lo que ofrecen las escuelas públicas en Cádiz capital para entender por qué cada año la desafección de los padres por los colegios públicos es mayor.
Y no. No me sirve el viejo argumento del clasismo, del elitismo, del meapilismo, y todos los ismos que como una pataleta de niños que se presentan al examen sin haber estudiado sirven de justificación cuando salen los datos de escolarización y se hace evidente que la apuesta de las familias gaditanas va siempre al mismo número por mucha campaña de sensibilización y de pedagogía que se haga. Porque, para qué engañarnos, en Cádiz los padres siguen prefiriendo la escuela concertada . No lo digo yo, lo dicen los datos que son los más incontestables notarios de la realidad que tenemos. Y esa es mi pregunta ¿por qué prefieren las familias gaditanas los colegios concertados antes que los públicos? Esa es la pregunta que tanto la Federación Local de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, la Coordinadora de la Escuela Pública y el propio Ayuntamiento deberían formularse. Y ese, y no otro, es el debate. ¿Qué buscan los padres y las madres a la hora de escolarizar a sus hijos?
Claro que es mucho más fácil echarle la culpa al reguetón, dónde va a parar. Y en vez de hacer un análisis serio de lo que ofrecen los colegios gaditanos –insisto, no hablo de educación, sino de colegios– es mucho más fácil decir aquello de «es que me tienen manía», «los padres están engañados» o recurrir a lo de la compra de notas, los uniformes, los maestros cautivos y los niños «bien» que todos los años aparecen en el repertorio de las lamentaciones. Si usted coge los datos del pasado ejercicio de escolarización, la respuesta se adelanta a todas las preguntas. De las 825 solicitudes de demanda, tan solo 279 tenían como primera opción la pública, frente a las 546 que optaban a una plaza en la escuela concertada, en una proporción que se mantiene estable desde hace varios años –incluso antes de que el partido popular gobernara Andalucía, por si a alguien se le ocurre decir que es una imposición ideológica y esas cosas– tan solo alterada por el descenso lógico de población.
Lo lógico sería preguntar a esas 546 familias por qué eligen un colegio concertado y hacer una valoración de sus demandas. Claro que el resultado podría dejar un poco en evidencia a la institución responsable de los centros, porque la gran mayoría de los padres y las madres no están solo están buscando proyectos de innovación pedagógica, garantía de convivencia entre religiones y creencias, respeto, pluralidad ideológica y cultural, inclusión y solidaridad, virtudes que como el valor al ejército, ya se le suponen a la educación. Nadie en su sano juicio busca para sus hijos un entorno que vulnere sistemáticamente la Constitución o los Derechos Humanos. Lo que las familias buscan es algo mucho más pedestre, y sobre todo mucho más práctico.
Vuelvo a los datos. Los colegios públicos más demandados de la capital en el pasado ejercicio volvieron a ser los que tienen mejores instalaciones –a pesar de estar situados muy cerca de esos colegios «elitistas» que por lo visto existen en nuestra ciudad– y los mejores edificios. Y esto es algo que se viene señalando incluso desde la escuela pública, «la campaña del Ayuntamiento está muy bien pero hay que ir al sustrato: poner los colegios en condiciones y modernizarlos», decía la directora del CEIP Celestino Mutis, poniendo el dedo en la llaga que más escuece. El Ayuntamiento anunciaba para este año una inversión de 400.000 euros en la mejora de las instalaciones, una cifra irrisoria si le echamos un vistazo al «parque» de colegios gaditanos, con recreos en las azoteas, con años de remiendos, con edificios antiguos… No es la educación, insisto. Tampoco hay que olvidar que los padres buscan un centro que garantice la estancia de sus hijos e hijas durante todo el periodo de educación obligatoria y no tengan que cambiar de centro al finalizar la Primaria –con doce años– y a reorganizar la ya de por sí complicada conciliación familiar prescindiendo de servicios como el comedor o el aula matinal.
A usted le puede parecer una tontería, pero estas son las verdaderas prioridades de las familias.
Ya tienen por dónde empezar. Por eso insisto, año tras año, en hacer la pregunta. Lo mismo alguna vez alguien más ve que el emperador está desnudo.