Nico Montero
Ratio 20
Cuando se cierra un colegio se entierra parte de la historia de un barrio y de una ciudad.
A la luz de los datos de escolarización en Cádiz , la situación es preocupante. En los últimos años venimos observando un descenso progresivo en las solicitudes de Educación Infantil para 3 años y en las del primer curso de Educación Primaria, que son ... las puertas de entrada al sistema educativo. Los datos son contundentes y desoladores. Este curso, en la zona educativa de Puerta de Tierra, se han ofrecido 750 plazas para tres años, que han tenido 508 solicitudes, y 127 vacantes en 1º de EP, con escasamente 39 solicitudes. De manera que en los cursos de entrada no se han cubierto 330 plazas vacantes, lo equivalente a 13,2 unidades. Esta carestía y escasez de alumnado hace que si en un centro con 50 plazas en Infantil de tres años, solo se matriculan 26 alumnos, al cabo de los años, este déficit afectará a Secundaria, de manera que la ola de la falta de alumnado golpeará a los Institutos de forma irremediable, mermando sus aulas y provocando la pérdida de unidades.
Aunque es cierto que la Escuela Pública registra peores datos, los números indican que esta crisis de escasez está afectando también a la escuela concertada que comienza a pasar apuros. La escuela pública deja de cubrir en Infantil de 3 años 154 plazas ofertadas, pero la concertada no salva los muebles del todo y se queda con 88 plazas vacías. Está alarmante situación afecta a todos/as y el futuro se torna incierto para unidades y colegios de ambos espectros educativos.
Sobrevuela la pesadilla del cerrojazo a centros educativos. El cierre de un colegio es la peor de las noticias posibles. Cuando se cierra un colegio se entierra parte de la historia de un barrio, de una ciudad, de tantas familias que han sido parte de la vida compartida en un proyecto educativo. Plantear cerrar centros educativos mientras no paran de abrirse salas de juegos indica qué tipo de sociedad podemos llegar a ser. Habrá que ser creativos y buscar soluciones inteligentes, reinventando en muchos casos ciertos colegios, la ratio, los destinatarios, la oferta socio-cultural que se puede ofrecer en los barrios.
Se impone la imperiosa necesidad de bajar la Ratio. RATIO 20 es el grito unánime de los centros públicos y concertados. 20 alumnos/as en Infantil, Primaria y ESO. Si esta medida estuviera vigente hoy los datos de solicitudes en Infantil de 3 años no serían de 750 plazas ofertadas para 508 solicitudes recibidas, sino 580 plazas ofertadas con 508 solicitudes ya registradas en marzo, cifra ésta que subirá con las habituales solicitudes fuera de plazo que empiezan a llegar ya a los centros educativos y las frecuentes incorporaciones por traslados que equilibrarían más la oferta y demanda en números asumibles que darían un respiro a los centros educativos. RATIO 20, como experiencia piloto en Cádiz y experimentable en otras localidades, atendiendo las peculiares características de zonas educativas con natalidad estancada. Esta medida no es sólo un salvavidas a nivel de unidades, es también una oportunidad educativa y sanitaria. Menos ratio es la posibilidad de una mejor atención a la diversidad y al mismo tiempo, favorece mejores condiciones y aulas habitables y más seguras en tiempos de pandemia.
De nada sirven las leyes educativas si no se toman medidas concretas para salvar los centros educativos. Es bueno y necesario hacer política educativa, pero cuando lo que se hace en ocasiones es politizar la educación, todos perdemos y los centros educativos viven el mareante oleaje de los vaivenes de quienes nos gobiernan. Es necesario un pacto por la educación con altura de miras, precisamente la cualidad de la que adolece muchas veces la clase política de uno y otro signo.
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