Municipalizar los servicios no era esto

Que los vecinos del entorno de la playa de Santa María tengan que recoger la basura por sus propios medios deja a las claras la falta de control municipal sobre la ciudad

Suena a chiste y, la verdad, si sucediera en otro lugar podría hacernos gracia. Pero lo cierto es que cuando uno comprueba que está pasando en su propia casa, en su ciudad, en su playa, se queda sin ganas de reírse. Cuando el alcalde de ... Cádiz, por aquel lejano 2015, prometía ufano que iba a municipalizar todos los servicios que presta el Ayuntamiento, todos los electores pensaban que se trataba de asumir, como propias, las plantillas que realizaban los trabajos para la ciudad. Pero a tenor de lo que se ha visto en la playa de Santa María, parece que quería decir que la falta de gestión iba a provocar que tuvieran que ser los propios vecinos los que realizasen las labores mínimas de mantenimiento. Como si de una Marinaleda con playa se tratara, son los propios ciudadanos los que tienen que remangarse para trabajar, sin ver un duro, por la ciudad.

Lo peor no es que la playa de Santa María apareciera ayer llena de botellas, de cristal y de plástico, de bolsas, de basura. Es que no es la primera vez que ocurre. El entorno del murete de la playa de Santa María se ha convertido en el último bastión del botellón gaditano en el que se concentran jóvenes cada noche con muchas ganas de pasárselo bien pero con muy pocas de recoger todo lo que ensucian. La pasividad para acabar con este molesto fenómeno, que está desesperando a los vecinos del entorno, va en paralelo con la aparición de desperdicios en el que es una de las joyas de la ciudad, su playa. Así, en una doble carambola de incompetencia, el Consistorio ni es capaz de evitar el botellón ni se digna a habilitar los mecanismos para que la basura quede recogida por la mañana. De nada sirven los planes de economía verde y las largas publicaciones del alcalde llamando a la sostenibilidad y al cuidado del entorno si luego centenares de plásticos acaban primero en la arena y luego, en el mar.

Los gaditanos están, estamos, cansados de palabras, de discursos bienintencionados que esconden todas las carencias de este equipo de gobierno. Los propósitos, las promesas y los larguísimos mensajes en redes sociales no sirven para tapar una incompetencia cada día más palpable. No puede esconderes permanentemente la suciedad debajo de la alfombra. Y mucho, menos, en la orillita de la playa.

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