EL APUNTE
La muerte ya no espanta a los más jóvenes
La difusión de un vídeo por internet con el cadáver aparecido ayer muestra algo parecido a la insensibilidad
La aparición de un cadáver en un estado de descomposición muy avanzado en los bloques del baluarte de San Roque es un drama por sí mismo. Todo apunta, por los primeros indicios, que podría tratarse del cadáver de un inmigrante ilegal o de una persona que pereció ahogada a mucha distancia y hace muchas semanas. La pérdida de una vida humana debiera ser trágica por definición, por sí misma. Si está ligada a la desgracia de miles de personas que huyen del hambre y la guerra, con más motivo. Si fuera fruto de un accidente, la única posibilidad es ponerse en el lugar de sus seres queridos y compartir una minúscula parte de su dolor.
En cualquier caso, llama la atención que dos jóvenes estudiantes de Cádiz, dos como tantos, se encuentren esos restos destrozados por los efectos del mar y lo graben con un móvil entre comentarios que –si bien no muestran una crueldad excesiva– ofrecen una sensación de insensibilidad que añade dudas, dolor y sinsentido a la pérdida de esa vida. La actitud de los dos chavales, que podría ser la de mucho, habla de una frivolización del sufrimiento y la muerte, incluso de la violencia, que se puede ver en muchos sucesos cotidianos en cualquier punto de España.
Al hecho, por desgracia casi instintivo a estas alturas tecnológicas, de grabarlo añadieron su difusión inmediata por redes sociales. Puede que haya algo de inocencia e irreflexión en su gesto pero eso aún sería más preocupante. Ni siquiera sabían lo que estaban haciendo. Ni siquiera les hemos transmitido, como sociedad, que todo cadáver merece compasión y respeto.
El pasado año, la Fiscalía Provincial de Cádiz, en su memoria anual, hablaba del preocupante crecimiento de casos de violencia entre jóvenes. Hablaba con especial pesar de los concernientes a la violencia machista. Según alertaba la fiscal responsable del área, durante 2015 se había detectado un «recrudecimiento de la violencia en el ámbito juvenil», una lacra que, añade, está «poco reconocida como tal». El Ministerio Público añadía que la alianza de estas actitudes con las nuevas tecnologías suponía «serios riesgos».
El episodio vivido ayer en Cádiz no es, ni de lejos, de los más graves que se han conocido en los últimos meses en España pero es igual de sintomático e ilustrativo que muchos otros.
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