OPINIÓN
Movilidad en la tierra del hambre
Como sea que, en estos tiempos la mayoría tenemos el cerebro carcomido
Como sea que, en estos tiempos la mayoría tenemos el cerebro carcomido (sea por las redes sociales, por el Fornite o por el porno gratis) que me gusta proponer al común de los lectores un ejercicio, si acasao una aventura, de imaginación. A buen seguro ... me podrá seguir en esta inocente propuesta. Imagine una zona deprimida del mundo, quizá Sudán del Sur, quizá Haití, quizá la Franja de Gaza. Ahora, déle una vuelta más y visualice a sus dirigente pidiendo a sus ciudadanos que, para concienciarse sobre el hambre, observen un estricto ayuno durante una semana. Así, sin remilgos. Siete días sin mover el bigote haciéndoles ver que la reducción de hidratos de carbono y una menor dependencia de lípidos les harán vivir mucho más. Pensará usted, que es más prudente que yo, que quien eso diga será tachado entre sus conciudadanos por líder poco juicioso, quizá impudente y con cierta tendencia a la insensibilidad. Pues mutatis mutandis (perdón por el latinajo) esa es la sensación que tiene buena parte de la ciudadanía de Cádiz con la Semana de la Movilidad propuesta desde el Ayuntamiento.
Como vivimos en estos tiempos antes mencionados donde, a causa de la inmediatez de las redes, la frecuencia del porno y la violencia del Fornite muchos de los lectores (no usted, claro, pero piense en su vecino) tienen la sensibilidad, como los hongos, a flor de pie, haré un descargo. Soy religioso de bicicleta y tengo en un altar de mi casa una efigie de Kichi y otra de Martín Vila por el carril bici. En lugar de velas, les pongo de vez en cuando una canción de Silvio Rodríguez, que es más de su sabor. Pero no puedo dejar de reconocer que un buen número de paisanos está desesperado por no poder mover el coche porque aparcar se ha convertido en una pesadilla. O de amigos o compañeros que viven fuera de la ciudad (ojo, algunos también me caen mal) y para los que es un trauma venir a Cádiz para hacer algo porque pueden, perdón por la redundancia, encontrar que no encuentran sitio.
A todos ésos, vecinos o visitantes (entre los que incluyo a algún estudiante universitario que quizá vote más allá del Puente Carranza) no creo que les haga gracia la excesiva facilidad con la que el equipo de Gobierno habla de utilizar la bicicleta (no todos tienen jóvenes y solteras piernas) o el transporte público (al que a veces se hace referencia pensando que la Bahía tiene la red de metro de Tokio). En estas semanas donde es tan difícil coger el coche, que se hagan experimentos de peatonalización y cierre del tráfico suenan un poco a pitorreo. Como el que celebra que lleva sin beber una semana pimplándose una botella de Tío Pepe. Como quien celebra que se ha curado de internet subiendo una foto a Instagram.