EL APUNTE

Un momento histórico y una sola duda

El final del peaje de esta tarde cierra una etapa pero deja abierta una incógnita: quién y cómo costeará las labores de mantenimiento

El peaje entre Cádiz y Sevilla ha llegado a su fin. A.V.

Todo llega. Para varias generaciones de gaditanos y sevillanos, de andaluces habituados a desplazarse entre las capitales de ambas provincias, el final del peaje supone el cierre de toda una etapa . Que recorrerla será gratuito desde mañana parece fuera de toda duda. Otra ... cosa es plantearse cómo será su mantenimiento, quién correrá con los gastos de sostener una vía que no se va a reparar sola ni estará ajena al desgaste. Por tanto, parece que ni siquiera el anuncio del final de la concesión administrativa en la autopista Cádiz-Sevilla, del final de la obligación de pago a partir de las 20.30 horas de esta tarde trae la calma total a los usuarios de una vía tan útil y necesaria como polémica desde su creación.

Acaba la concesión y el ministro en funciones José Luis Ábalos aprovechó ayer la ocasión de hacerse la fotografía para tratar de rentabilizar el momento pero veremos de qué bolsillos salen los necesarios fondos para actualizar, de forma mínima, el uso seguro de esa AP-4 que une en una hora el corazón de Sevilla con el de la Bahía de Cádiz.

La realidad es que se ha terminado. Durante demasiados años, con demasiados debates, ha servido como arma arrojadiza entre los grandes partidos en los parlamentos regional y estatal . Siempre, en campaña, el que estaba en la oposición prometía el final del peaje entre Cádiz y Sevilla. Miles de ciudadanos han hecho, durante miles de veces, ese recorrido. Y en cada ocasión se han preguntado por qué pagar y hasta cuándo sería necesario contribuir a la financiación, o al mantenimiento, de ese nervio fundamental. Esa consideración ha sido paralela al perjuicio económico que se provoca a un número indeterminado de empresas, cuyos costes crecían como no sucedería si utilizaran otra forma de transporte.

Por eso, por esperado y necesario, resulta plausible el paso que se da con el anochecer de hoy. Ahora no importa quién firmó más prórrogas ni qué partido hizo más promesas en vano. Ya hemos cruzado una puerta, un peaje, por última vez. Se trata de celebrarlo y de que acordemos, entre todos, la mejor fórmula para mantener de forma segura y útil esa conexión esencial. Todo lo demás será ruido cuando ya no hay nada más que discutir. Sólo se trata de hacer las cosas bien.

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