Nandi Migueles
Misa de Beethoven
La ‘Misa en do mayor, Opus 86’, fue compuesta por este gran genio por encargo del príncipe Nikolaus Esterházy II en 1807
La ‘Misa en do mayor, Opus 86’, de Ludwig van Beethoven fue compuesta por este gran genio por encargo del príncipe Nikolaus Esterházy II en 1807. Una tradición en el tiempo que repetía cada año para celebrar la onomástica de su querida esposa. A la Coral de la Universidad de Cádiz, a la cual tengo el honor de pertenecer, y sobre todo a su director Juan Manuel Pérez Madueño, nadie le ha hecho un encargo, pero se les ha ocurrido tener la osadía de estrenar el día 20 de este mes de mayo, esta maravillosa y espectacular misa en nuestro Gran Teatro Falla.
Casi cinco meses de ensayos. Cientos de horas. Mucho tiempo robado a las familias y amigos para interpretar esta obra genial. Mucho dinero invertido para costear las distintas necesidades requeridas para este concierto, desde el pago para contratar a una orquesta y solistas necesarios, hasta el desembolso de traer al gran maestro y director de orquesta Carlos Aragón Navas para dar un curso magistral de tres días sobre dicha misa, a los coralistas de nuestra coral.
Todo un alarde de preparativos por un grupo amateur. La similitud con un coro de Carnaval es obvia, ambos invierten mucho tiempo, trabajo y dinero para estrenar un espectáculo en el Falla. A los dos les cuesta una enormidad llevar a cabo su proyecto. Solo hay una pequeña pero gran diferencia: un coro de Carnaval se prepara duramente como ellos, pero como mal peor canta un día en el Gran Teatro Falla y luego actúa durante diez días más por las calles de Cádiz y escenarios de nuestra provincia mostrando el trabajo realizado durante esos cinco meses de ensayos. El trabajo de la Coral Universitaria no tiene tanta recompensa. El mismo esfuerzo, o diría que incluso más y de mayor complejidad y dificultad, el cual precisa también de una gran inversión económica con el riesgo que eso conlleva para un grupo amateur. Y lo que es peor, para solo presentarla y estrenarla al público en una sola función en el año.
Nuestra ciudad y nuestro Consistorio como cabeza visible de ella, deberían de cuidar por igual a todas las artes escénicas y musicales que hacemos los gaditanos. El Carnaval reporta mucho dinero, eso es indudable, pero la música coral y clásica es tan necesaria como cualquier otra, independientemente de la calidad, prioridad o categoría que a cada gaditano le resulte las diferentes artes musicales.
Lo que para un público resultaría ser una obra magistral ese pasodoble de Jesús Bienvenido, para otro, igual de gaditano que el anterior, le parece inigualable una pieza del ‘Réquiem’ de Mozart interpretada por una Coral de Cádiz. Hay muchos que somos de los dos tipos de gaditanos. Los que apreciamos y amamos la música del Carnaval tanto que componemos canciones cada año para esta fiesta y los que además, por otro lado, estamos tan enamorados de la música coral y clásica como para perder la cabeza por ella y quererla siempre en nuestra vida.
La grandeza a una ciudad se la da sus ciudadanos. El Carnaval hace grande y famoso a nuestro Cádiz, no hay duda, pero no olvidemos que gaditanos somos todos, los impuestos los pagamos entre todos, y cada uno tenemos una prioridad distinta para nuestro ocio.
No dejen de acudir al concierto de nuestra Coral Universitaria de Cádiz y de gaditanos también, el día veinte de mayo en el Falla.
Al César lo que es del César.