Miguel Ángel Sastre
Su verdad
Tristemente, hay ciertos sectores que piensan que solo hay una verdad válida: la suya
Bulos, fake news, noticias falsas, trolas, falacias. Llámenlos como quieran. Los oímos a menudo, moldean la visión que tenemos del mundo y son el elemento que, en la actualidad, cambia más rápido nuestro criterio político. Especialmente el de mi generación: los jóvenes.
Con la mentira ... como elemento común, dependiendo de quien los lance, tienen consecuencias más o menos graves. Y es que, según cuál sea tu ideología, verter sobre tus adversarios una cantidad de mentiras similar a la nieve que ha caído estos días en nuestro país, tiene efectos distintos.
Un extraterrestre llegado a nuestro planeta podría pensar, según lo publicado esta semana sobre la fanática, inaceptable y esperpéntica toma del Capitolio norteamericano, que el único político sobre la Tierra que miente y crispa en sus declaraciones es Donald Trump. Tanto es así, que Twitter optó por cerrar su cuenta, mientras la de Maduro y otros dirigentes realmente antidemocráticos sigue abierta.
Muchos políticos de izquierdas de nuestro país, como buenos fariseos, se rasgaron las vestiduras aplaudiendo la decisión de esta red social, mientras semanas atrás, públicamente, lanzaban dardos a periodistas españoles en su cuenta o en elecciones recientes decretaban la "Alerta Antifascista" porque se lograban los escaños necesarios para desalojar 40 años de socialismo, ERE, prostitución y droga en Andalucía. Es curioso que Twitter no suspenda la cuenta actual de Echenique cuando señala, sin piedad, a medios de comunicación. Es curioso, también, que Twitter no considerase incitación al odio los mensajes de la cúpula de Podemos, entre ellos los de Iglesias e Irene Montero, pidiendo rodear el Congreso o impedir la investidura de Juanma Moreno como Presidente de la Junta. Todos recordamos las imágenes de calles de las capitales andaluzas con contenedores ardiendo. Un hecho que podía haber acabado, también, en tragedia.
Tampoco se entiende que ninguna red social haya suspendido la actividad de nuestro Alcalde - conocido popularmente como el "Rey del Bulo" - tras demostrarse que miente en muchas de sus publicaciones al culpar al PP o, incluso, a este periódico de los males que sufre Cádiz por su ausente gestión.
Poco debería sorprendernos esa impunidad cuando, en España, los mayores generadores de contradicciones son el Presidente y sus Ministros, cuando los presupuestos se pactan con el voto de redactores de Egin y Gara, donde se señalaba a los objetivos de ETA y los que asaltaban cajeros o aplaudían el pateo de policías, junto a los amigos de los CDR, deciden la política del país. Sin embargo, todos reparten carnés de demócrata y piden un Ministerio de la Verdad, al estilo Orwell.
Esa batalla, para resaltar la doble moral de cierto sector de la izquierda hay que darla. Si nace una nueva red social como Parler que busca acabar con estas contradicciones censoras, quienes creen en la libertad real deben estar en ella.
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