OPINIÓN

Salus Infirmorum

«Lo mínimo que podemos hacer como sociedad es quitarnos el sombrero ante el trabajo descomunal de nuestros profesionales sanitarios»

Tres cosas dicen que importan en la vida: salud, dinero y amor. Sin menospreciar al amor, y asumiendo que el dinero es un bien necesario, con los tiempos que corren, parece irresponsable ponerlos al mismo nivel que la salud . Sin ella, el dinero ... hay veces que ya no sirve y el amor puede convertirse en una tortura si las personas a las que queremos padecen una enfermedad.

Nuestra salud es tan importante que es la única de esas tres cosas que tiene un colectivo profesional dedicado a preservarla. Casi nadie vela por nuestra riqueza. Nadie tiene la fórmula exacta para que encontremos a nuestra media naranja, ni para que el amor que hay en una familia no desaparezca.

Sin embargo, siempre encontraremos quien cuidará de nuestra salud. Por eso, aplausos desde balcones aparte, lo mínimo que podemos hacer como sociedad es quitarnos el sombrero ante el trabajo descomunal de nuestros profesionales sanitarios. Incluso, también, hacerlo ante quienes complementan, investigando en laboratorios, el trabajo de médicos, enfermeros y enfermeras, auxiliares, etc.

Gracias a cumplir con el confinamiento, gracias a quienes garantizan el suministro de alimentos y productos del día a día, y principalmente, gracias a los que trabajan en la sanidad española, podremos sobrevivir a esta situación.

No obstante, de nuevo, hay quienes quieren convertir el homenaje que recibe este grupo en una nueva ocasión de inundar nuestro país de ideología política con tintes sectarios. Basándose, nuevamente, en razonamientos y datos erróneos.

Cuando quienes salen a un balcón a aplaudir proclaman a los cuatro vientos que única y exclusivamente lo hacen por los trabajadores de la sanidad pública, caen de lleno en ese error. ¿No merecen el mismo reconocimiento los de la sanidad privada y concertada? ¿Ellos no luchan contra el virus? ¿Sabes que muchos trabajan también en la pública y viceversa? ¿Sabes que en ocasiones su sueldo es menor que en la pública?

Pero además, como excusa para tapar su cuestionable gestión, esos mismos aprovechan la situación para volver a repetir el mantra de que otros, a diferencia de ellos, son los que recortan el gasto público en sanidad cuando gobiernan. Si miramos cómo ha evolucionado el gasto sanitario en la Comunidad de Madrid desde 2013 a 2018, y lo comparamos con cómo lo hizo en Andalucía, antes de que el gobierno cambiase de color político, nos llevaremos una sorpresa sobre quien es el que recorta con ferocidad en sanidad. Curiosamente, son los mismos que decían que en Madrid se construían hospitales «innecesarios». ¡Cuántas contradicciones!

En definitiva, ahora que tenemos tiempo para estar informados, evitemos que nos nublen la mente con ideología panfletaria cuyo objetivo principal es eludir responsabilidades. Si algo bueno puede tener esta dramática situación que estamos viviendo es que, quizás, sirva para unirnos algo más. No dejemos que los expertos en dividir, consigan, de nuevo, su objetivo, y reconozcamos el trabajo de quien está combatiendo esta crisis sin etiquetas innecesarias que, además, son erróneas.

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