Nómadas en la ciudad
El problema no solo pasa por buscar una solución habitacional. Si Cádiz dispone de unas 50 plazas en su albergue y, habiendo el doble de personas sin hogar, éstas no se llenan, algo no cuadra
La agenda mediática es uno de los asuntos que cambia más rápido en nuestro mundo. Hay asuntos que, de repente, cobran una importancia capital y durante un determinado periodo de tiempo saturan la información nacional e internacional. Todos los medios hablan de ese ... hecho y la sociedad, en general, acaba incluyéndolo en sus conversaciones diarias. Sin embargo, suelen ser breves: pronto desaparecen y nadie vuelve a saber casi nada sobre ellos.
En cambio, hay otras cuestiones que, en la era del "bombazo informativo", les cuesta hacerse hueco al requerir de un análisis más pausado . Porque si se habla de ellos, que a veces se hace, se suelen proponer soluciones banales y cargadas de cierta demagogia. El tema de las personas sin hogar pertenece a este grupo.
Tomando como ejemplo Cádiz - por cercanía-, hace poco se publicaba el censo que confirmaba que más de un centenar de personas viven en la calle en nuestra ciudad. Una cifra que no ha disminuido en los últimos años, más bien ha aumentado, a pesar de que quienes ahora nos gobiernan pregonaban tener la fórmula mágica que solucionaría la alarmante situación de estas personas. Acusaban a sus predecesores de "falta de voluntad". Se ve que no es tan fácil.
No obstante, debería alegrarnos que concejales de fuerzas políticas ideológicamente opuestas intenten, conjuntamente, solucionar situaciones concretas casi insalvables. Aunque el desenlace no fuera el deseado, es el primer paso.
Debería alegrarnos, aún más si cabe, saber que en el primer pleno municipal del año - por cierto, no televisado en directo - el principal grupo de la oposición haya llevado una propuesta tangible relacionada con esta materia. Una propuesta con datos y soluciones concretas que, en su mayor parte, ha sido aprobada por todos.
Datos que deberían hacernos reaccionar pero, sobre todo, antes que nada, reflexionar. Porque este tema no se resuelve con propuestas simplistas y mucho menos se arregla en una columna de opinión.
Además, hay dos hechos, derivados de ese análisis y relacionados entre sí, que demuestran que el problema no solo pasa por buscar una solución habitacional. Si Cádiz dispone de unas 50 plazas en su albergue y habiendo el doble de personas sin hogar, éstas no se cubren, algo no cuadra. Si la mayoría de los encuestados se niega a responder, significa que el problema reside en que parte de esa mayoría ha decidido romper con nuestra sociedad. Una sociedad que no ha hecho lo suficiente por evitar esta tragedia, a pesar del trabajo de multitud de entidades sin ánimo de lucro que hacen una labor asistencial básica.
Nadie ha dado con la tecla hasta ahora, incluso en países con tasas de paro ínfimas, este problema sigue sin solución.
Es por ello que, instituciones públicas y sociedad civil deben trabajar conjuntamente para resolver una problemática que nos debería preocupar a todos. Por una cuestión de salubridad y seguridad ciudadana - esto, aunque sea políticamente incorrecto también conviene decirlo - pero, por encima de todo, por humanidad y caridad con quienes necesitan de nuestra ayuda y a veces olvidamos.