Miguel Ángel Sastre
El Manifiesto de los Persas
El dicho popular de «dar la mano y coger el brazo» es aplicable a la desescalada Si actuamos de esa forma, el caos puede volver.

Cuenta la leyenda que cuando fallecía un rey en la antigua Persia se decretaba un periodo de anarquía que duraba cinco días. Durante esas jornadas la violencia, el delito y el terror se apoderaban de las calles. Tras esto, un nuevo monarca resultaba elegido y ... la fidelidad del pueblo hacia este resultaba incuestionable, ya que su proclamación significaba el cese del caos.
Esa tradición popular dio nombre, en 1814, al documento firmado por 68 diputados absolutistas, que, dirigiéndose a Fernando VII - el "rey felón" como algunos lo llaman - pidieron que se declarara nula la Constitución promulgada en Cádiz dos años antes.
No es cuestión de establecer en estas líneas una comparativa entre quien representa actualmente el Poder Ejecutivo de nuestro país y quien acaparó España durante gran parte del primer tercio del s.XIX, aunque ambos hayan compartido en alguna ocasión apodo por sus hazañas como gobernantes. No se trata tampoco de comprobar la veracidad de lo que ocurría en Persia cada vez que su rey moría, ya que no existen a penas evidencias que puedan confirmarlo con certeza.
Sin embargo, sí existen datos -aunque a veces no concuerden y generen dudas - que demuestran que, en contra de lo que podemos creer, esta pesadilla aún no ha pasado. Existen datos que deberían alertarnos de que es ahora cuando debemos estar más atentos: aunque las imágenes que vemos sean menos dramáticas, siguen falleciendo diariamente en España casi dos centenares de personas . Y es que, las batallas suelen perderse cuando se subestima al enemigo.
El esfuerzo de estos dos meses no tenía como objetivo que el virus se erradicase. Eso solo llegará con vacunas o con antivirales. Su objetivo era ganar tiempo y evitar que nuestro sistema sanitario colapsase. Si ahora estamos levantando poco a poco el freno de mano, no es porque todo haya acabado, sino porque nuestra economía necesita volver a rodar después de este frenazo en seco que ha sufrido. También hay vidas en juego que dependen de ella: familias que se están quedando sin recursos e incluso la viabilidad de nuestro sistema sanitario que, sin impuestos, ligados al empleo, es insostenible.
Y este equilibrio entre economía y salud, que todas las administraciones deben hacer, ha de llevar unido un crecimiento exponencial de nuestro sentido de la responsabilidad. Es muy difícil, incluso para personas presuntamente expertas en el tema, saber si estamos en condiciones o no de retomar nuestra actividad, pero es obvio que lo necesitamos. El Boletín Oficial del Estado tiene sus limitaciones y no puede recoger todas las situaciones particulares a las que nos vamos a enfrentar durante esta desescalada. Por eso, la lógica debe imperar en cada una de nuestras decisiones estos días.
El dicho popular de "dar la mano y coger el brazo" es aplicable a esta situación. Si actuamos de esa forma, el caos puede volver. Un repunte, además de llevar al límite nuestro sistema de salud, podría hacer que nuestra economía, que ahora se encuentra en la UCI, acabe en una caja de madera. Y será entonces cuando deseemos, como dicen que ocurría en Persia, que cese la libertad, por pequeña que sea y vuelva nuestra reclusión.