Opinión
Mensaje en una botella
Las tres P de nuestra perdición pueden acabar con nuestro Planeta, el consumo de productos del Petróleo, los Plásticos y los Plaguicidas
«La verdad es que no eran mucho de presumir. Sus éxitos, y algún que otro fracaso, jalonaban en silencio riguroso una larga lista en sus vidas, que bien hubiese merecido otros tiempos y otros modos. Eso sí, cuando se les hablaba de viajes sus ... ojos se posicionaban en modo belleza. Las pupilas se les alicataban con ese brillo de los que saben que pueden fardar sin reparos. En sus maletas, el rastro de cientos de miles de millas, terrestres y náuticas, qué ni el mismísimo Julio Verne hubiese sido capaz de acreditar. Por todos los medios de transporte, por tierra, mar y aire, habían conseguido ser ciudadanos del orbe. Después de mucho tiempo habían decidido que este sería su último viaje. A partir de ahora se dedicarían a lo local. A eso que de tan cercano no parece ser ni distinto ni bello. Dirían adiós a estaciones y aeropuerto, a embarques y tarjetas, a controles y salas vips. Ya sólo se moverían con sus propias fuerzas y con lo puesto. Nada de equipajes ni bultos. Habían quedado en hacer una singladura en un velero. El destino un archipiélago remoto en medio de un océano. No contaban con la travesía del destino. Sin norte ni timón, en medio de una tormenta naufragaron. El destino quiso llevarlos a una isla desierta. Naturaleza en estado puro, incluso agua potable, pero perdidos en medio de la nada. Decidieron mandar un mensaje en una botella. Pero todas eran de plástico. Prefirieron esperar a que los recataran antes de contaminar más».
Greta ha llegado a la Cumbre usando energías limpias. Los miles de asistentes han dejado una huella de dióxido de carbono similar al consumo de combustibles fósiles de una pequeña ciudad de cincuenta mil habitantes durante un año.
La Cumbre del Clima de Madrid/Chile enciende las alarmas sobre la temperatura de la tierra, los Océanos, La Cubierta Vegetal, la Traspiración de los Cultivos o el calor de las Ciudades. Ya no son simples fatos, son imágenes que nos indican el nivel de desforestación, desertización, contaminación, aumento de temperatura y deshielo. Parece mentira que los negacionistas tenga un público que considere que esto es una alarma infundada. Decía Luther King que «si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy plantaría un árbol».
No es cuestión de decisiones de unos pocos. Todos los países deben asumir que el aire que respiramos es el mismo, que el agua que bebemos viene de la misma fuente, que la madre tierra es el único hogar que tenemos y que es la herencia de generaciones venideras. El cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo, y ahora no encontramos en el momento decisivo para tomar medidas. Ello va a requerir un esfuerzo sin precedentes, y un cambio de modo de vida y de modelo productivo. El crecimiento económico debe huir de la producción de bienes de consumo con obsolescencia programada. Países, grandes empresas y la sociedad civil deben tomar conciencia con los objetivos de desarrollo sostenible.
Las tres P de nuestra perdición pueden acabar con nuestro Planeta, el consumo de productos del Petróleo, los Plásticos y los Plaguicidas.
«Todos volverán a sus casas. La capa de ozono seguirá a sus anchas, el dióxido de carbono nos impregnará el alma y el clima nos aniquilará, y seguiremos pensando que aún hay tiempo».
