OPINIÓN
El menosprecio a las fiestas católicas
Pedro Sánchez ha felicitado las fiestas, pero en ningún momento ha hecho referencia a lo que de verdad se celebra, como es el nacimiento del Señor
Detrás quedan ya la Nochebuena y la Navidad, celebraciones de carácter religioso pero que se encuentran profundamente arraigadas en nuestra sociedad. Estadísticamente, la mayoría de los españoles somos católicos, siendo la religión mayoritaria en nuestro país. Por detrás de nuestra religión se encuentran otras diferentes ... y ateos, igual de respetables que los que creemos en el Señor.
Sin embargo, algunos representantes políticos, que coinciden con el pensamiento de izquierda, como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias entienden que esta igualdad entre todos no se da cuando se trata de las fiestas católicas. De esta forma, cuando llega el ramadán u otras celebraciones musulmanas se deshacen en buenos deseos para estos, cosa que no ocurre cuando los cristianos celebramos la Natividad de Jesucristo u otras fiestas importantes para nosotros. En el caso de la Navidad, estos defensores de las libertades para ofender el sentimiento cristiano de muchas personas se dedican a felicitar el solsticio de invierno o el nacimiento de Isaac Newton.
El lunes, Pedro Sánchez, felicitó las fiestas pero en ningún momento hizo referencia a lo que de verdad se celebraba, como es el nacimiento del Señor. Parece que le puede salir sarpullido si felicitara a los católicos uno de los momentos más importantes de nuestra religión y, es que como he dicho al principio, somos muchos los que ese día nos reunimos en familia alrededor de un nacimiento como motivo central de nuestra celebración para dar gracias por la llegada al mundo de nuestro redentor.
La respuesta que siempre dan estos personajes es que el Estado es laico, cuando en realidad es aconfesional, artículo 16 de nuestra Constitución. Lo gracioso es que no he visto a ninguno de los que dan esta respuesta ir a trabajar a su puesto de trabajo el día 25 de diciembre, ni el Jueves Santo ni el Viernes Santo. Es más, Pedro Sánchez no solo no ha ido a trabajar el día de Navidad sino que se ha tomado dos semanas de vacaciones en estos días. Entiendo que deberá de ser por lo cansado que tiene que estar de tanto viajar en el Falcon a costa de los españoles que por celebrar la Navidad.
Esto de las vacaciones del socialista Sánchez también es muy curioso. El Presidente de España, después de dejar a nuestro país mangas por hombros, pactando con los independentistas catalanes la fractura de nuestro Estado y de mantenerse en la Moncloa a costa de lo que sea y de quien sea, decide irse a Doñana y a Lanzarote. No solo no se queda en la Moncloa, que sería lo más lógico o lo que iría con su doctrina socialista sino que se va con toda su familia, a costa del erario público, a diferentes alojamientos pertenecientes al Estado para asueto de él y de su esposa.
No entiendo cómo es posible tener la cara tan dura de no querer saber nada de la religión católica frente a otras religiones o comunidades étnicas que están presente en nuestra sociedad, como cuando felicitó el año nuevo chino, pero aprovecharse de los días festivos. Y mucho menos como se puede pretender gobernar a un país menospreciando a la comunidad religiosa mayoritaria en nuestro país, dando la espalda a tantos católicos que hay en España, e incluso dentro de su propio partido.
Por cierto, como a mí no me da sarpullido ni nada parecido, aprovecho esta columna para desear un feliz Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.