Ana Mendoza
Las túnicas
Ahora no caben el derrotismo, las dudas ni las conjeturas, sino sólo el respeto y el sentido común
Por fin llegó ese momento cofrade inigualable, único, que se abre cuando las cofradías empiezan con los repartos de túnicas y controles de salida o como prefieren decir algunos, los hábitos y las papeletas de sitio. Sea como fuere, y dejando al margen ... el léxico cofrade que tanto da que hablar y debatir, estamos ahora en esos días en los que las cofradías empiezan a movilizar a sus hermanos, a convocarles de cara a esa salida procesional de Semana Santa en la que tanta ilusión y esperanza se tiene .
Porque este año, como ya sabemos tan especial, todo cobra mayor importancia. Tras un duro e incierto camino hemos aprendido, unos más y otros menos, que cada detalle cuenta, cada gesto, cada paso que se da es importante en esta carrera de fondo que es la vida cofrade y hacer realidad el milagro de la Semana Santa de Cádiz.
Estos días en los que las hermandades preparan sus túnicas para que las vistan sus hermanos están llenos de emoción y sentimiento. Hay tanto de todo ello que no debiera pasar desapercibido cómo las cofradías a pesar de todo siguen vivas, se recomponen, se sostienen y miran con optimismo y con prudencia hacia el futuro .
Por eso ahora es el momento de responder y arropar a las hermandades . Ahora como nunca antes es cuando hay que estar al frente y acompañar a nuestros titulares para demostrar que la Semana Mayor gaditana mueve a más de tres o cuatro. Hay que sacar ese control de salida y tener fe. Cuando todas las señales indican que este año, salvo que la lluvia lo impida, podremos reencontrarnos con nuestra Semana Santa de Cádiz en las calles , es cuando hay que ser cofrade, pero de verdad, de corazón.
Ahora no caben el derrotismo, las dudas ni las conjeturas , sino sólo el respeto y el sentido común para aplicar unas medidas, unas recomendaciones sanitarias, que creo que a estas alturas no hace ni falta que nos las desglosen.
La Semana Santa llegará y se celebrará. Quizás no será del todo como normalmente estábamos acostumbrados. Habrá que cumplir con esos protocolos que ya tenemos tan asumidos . Tendremos que ser precavidos y no olvidarnos que seguimos en pandemia.
Pero sin alertar. Sin necesidad de sembrar más dudas. La verdad es que cada día entiendo menos tantas suposiciones y planteamientos basados hipótesis que se nos escapan. Tengo la sensación de que a muchos, esto de la situación sanitaria les sirve para excusarse y de esa forma vivir en una constante incertidumbre en la que de alguna forma están más cómodos. Pero no nos empeñemos en poner más trabas de las que ya existen .
Vivamos con convencimiento e ilusión estos días y esta Cuaresma que se aproxima. Preparemos las túnicas mientras que llegan las ceras y las flores... Reservemos ese sitio en el cortejo con la confianza de que este año sí estará en la calle. Que ensayen las bandas y se preparen las cuadrillas . Recordemos lo que ya durante dos años hemos perdido y respondamos al llamamiento de nuestras cofradías. Que nadie nos robe ahora esa esperanza que a pesar de todo nunca hemos perdido . Disfrutemos de estos momentos y confiemos en que todo va a ir bien.