EL APUNTE
Una marca marcada
La transparencia será clave para determinar la responsabilidad de ‘Sabores de Paterna’, una empresa modélica hasta hoy y con el respaldo de sus vecinos
«Llévate esta carne ‘mechá’, que es de Paterna» . Así convencían los tenderos de Cádiz a sus clientes en las últimas semanas para que se llevaran sus productos. La mejor manera para disuadir a aquellos dubitativos gaditanos y visitantes temerosos por la propagación de ... la listeriosis y la alarma generada por ello. Porque esa marca , fraguada tras décadas de excelente y arduo trabajo, se ha consolidado en el mercado como sinónimo de calidad y garantía pese al origen humilde tanto de sus propietarios como de la población gaditana.
Por ello, los vecinos y consumidores de todos estos exquisitos manjares de fama nacional asisten perplejos a las noticias llegadas desde la Consejería de Salud. Como si hablaran de otra empresa. Como si no fuera esa misma factoría en la que trabajan amigos, familiares, compañeros de toda la vida, y que incluso ha colocado a Paterna en el mapa gastronómico.
Hasta el momento no se conoce ningún infectado por consumir un producto de esta compañía , que ha visto como han paralizado toda su actividad y retirado del mercado todos sus productos. Medida drástica, posiblemente por la alarma generada, que de listeria a histeria sólo hay una letra. Incluso hay quien asegura que se trata de un bulo. Y no, el análisis efectuado al lote en cuestión desvela que tenía una concentración de listeria que excedía en 110 veces el límite permitido. Una brutalidad. Y de nuevo la misma pregunta ¿no hay ningún afectado?
Insistimos. La salud es lo primero . Hay que actuar con presteza y seriedad en una crisis que ha provocado cientos de afectados, abortos y hasta muertos. Pero a su vez será clave actuar con la máxima transparencia, que al final del proceso no quede la más mínima duda. Una marca es una idea, una imagen en el pensamiento colectivo tan difícil de construir como fácil de derribar. ‘Sabores de Paterna’ no arrastra en su curriculum las múltiples irregularidades de Magrudis (’La Mechá’) y han sido continuos los análisis propios para certificar las buenas condiciones de cada producto. Su calidad va más allá del boca a boca, esencial aún más en la gastronomía. Después de tanto daño causado, no valdrá ponerse de perfil, porque no sólo está en juego la salud. También el pan.
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