Manuel López Sampalo
¿De qué te ries?
El míster catalán, de no ser un tipo educado, tendría que haber respondido: «De ti»
Desconocía al autor de la desafortunada y viral pregunta al nuevo entrenador del Cádiz, Sergio González, en su presentación. Consulté a algunos contactos que tengo cercanos al club y, por ellos, supe que el autodenominado como “el más canalla” es conocido como El Colorao, Cacique ... Medina o El Dandy de Roche. La surrealista escena, más propia del programa radiofónico ‘La cámara de los balones’, acabó con una frase impagable por parte del periodista: “¿De qué te ríes?”. A lo que el míster catalán, de no ser un tipo educado, tendría que haber respondido: “De ti”. Y siguiendo el estilo tabernario del gaditano: “Y sí, he visto todos los partidos del Cádiz, que para mí es el filial del Sevilla, en el último mes”.
Todo el país --y parte del extranjero-- se ríe de Cádiz: si no es por el oso descoyuntao de la cabalgata, es por la tanqueta, por la última ocurrencia del alcalde o, como ha sido el caso más reciente, por un periodista que da la nota en una rueda de prensa. Por eso, la pregunta “¿De qué te ríes?” tendría un valor impagable como lema de la ciudad. Está a la altura del “¿Por qué no te callas?” del Rey Emérito o del “Bueno, pues molt be, pues adiós” del mayor de los Mossos Trapero. “¿De qué te ríes?” es un leitmotiv que pide camiseta, gorra, taza y hasta piedra y cincel. ¡Qué bien quedaría grabado en las Puertas de Tierra!
La Tacita de Plata podría dejar de ser ‘La ciudad que sonríe’ como idearon Teófila y su equipo de gobierno a la tierra del “¿De qué te ríes?”, añadiéndole al final, o en medio, un “carajo” o un “cojone” para enfatizar la cuestión: “¿De qué carajo te ríes, cojone?”. Así nuestra querida ciudad, siguiendo este lema, dejaría de exportar la risa tonta y los chistes facilones de Toni Rodríguez, Ismael Beiro, Paz Padilla o Pepe el Caja por la malage de El Cabra, el Libi, Fernando Santiago o Fernando Monguió. Verían ustedes cómo se iba a acabar pronto el cachondeíto. Cambiamos la sonrisita bobalicona y la verborrea chistosa por la geta de tres carajos --también conocida como carita de deber dinero-- y por la respuesta esaboría y aquí no se ríen ni las hienas. Los buscavidas viñeros vendiéndote los erizos con la malafollá de un taxista granaíno.
Sin desviarme de la actualidad podría aplicar el patentado “¿De qué te ríes?” a la actuación en redes sociales de la concejala de Fiestas Lolita Cazallita, que como es habitual en ella, se dejó llevar por el ambiente dominante, haciendo chistes en Twitter sobre su propia cabalgata. “¿De qué carajo se reí?” podría haber dicho el oso con las hechuras del Macarty y el acento de David Vidal: “A mí no me hace ni puñetera gracia” habría abundado el plantigrado malajón. Cualquier gaditano indignado le tendría que haber comentado a la concejala que qué le hacía tanta gracia. Por cierto, que a mí la edil Cazallita, por su escasa labor, me recuerda cada vez más a aquel dependiente que tenía una tienda vacía en la que no vendía nada en la esquina de la calle Dr. Herrera Quevedo con Avenida Cayetano del Toro. Nosotros, por entonces unos adolescentes gamberros, íbamos allí a que nos despachara un cuarto de aire y media de humo en adobo. La concejala, que se pone medallas por haber predicho la variante Ómicron, ahora quiere acortar el concurso de carnaval, de COAC a COA, supongo que suprimiendo los cuplés de los repertorios: no vaya a ser que se ría alguien.
Otra que tal baila es la recién dimitida portavoz del PSOE municipal, ‘La Mala Rodríguez’ --por decirlo con Fernando Santiago-- que se carcajea del pueblo de Cádiz al hablar de personas que “quieren vivir de la política profesional” y decir más o menos que ella se ha partido la cara por Cádiz con una “dedicación exclusiva”. Chata --bueno, Chato es el otro--, que te has liberao de FACUA --sí, ese chiringuito heredado por el Facuo-- y que se sepa, en el Ayuntamiento lo único que has hecho es sostener a Kichi y los suyos.
En fin, ¿y ustedes de qué se ríen?