Ahora Cádiz… y luego, qué

Dicho lo cual, el citado movimiento me genera la misma ilusión que un gol del Osasuna al Celta o viceversa. Más que la edad, las lecturas te hacen escéptico e incluso cínico: al punto de llegar a celebrar ciertas derrotas políticas, pero ir a votar con las mismas ganas con las que vas a pasar la ITV o a renovar el pasaporte.

La cuestión es que ya hemos visto, tanto en Cádiz como fuera, varias de estas plataformas aventureras, que luego acaban en nada o con sus miembros más destacados colocados en diferentes partidos políticos. Fue el caso de Ciudadanos, de donde procede buena parte de ‘Ahora Cádiz’ incluyendo al promotor del movimiento, que de una suerte de tertulia comandada por los primos Dorao acabó como acabó: con un tal Villero, un arribista, encabezando las listas de las que se quedaron fuera por cuitas internas los dos únicos concejales decentes que han pisado San Juan de Dios en los últimos tiempos: el propio Juanma Pérez Dorao y María Fernández-Trujillo. De ‘Ahora Cádiz’ conozco personalmente a dos miembros y ambos vienen de UPyD y luego de Ciudadanos. De partido en partido hasta la victoria final.

Mal empieza ‘Ahora Cádiz’ lanzando ese mensaje populista ramplón –que fue el mismo que utilizó el concejal no adscrito cuando secuestró su acta– de que no son de izquierda ni de derechas (primero de peronismo), que su ideología es Cádiz. «Cada vez que los políticos apelan al pueblo, me echo la mano a la cartera», no recuerdo quién lo dijo, pero es totalmente aplicable a los belgranistas. Más creíble hubiese sido, que parafraseando a Luis Rubiales, declarasen que en Cádiz somos 120 mil bocas y que, por tanto, hay 120 mil ideologías diferentes. Y en donde el presidente de la RFEF se refería a Motril, cambiarlo por Cádiz. Eugenio Belgrano: «Yo soy de Cádiz, salgo por Muñoz Arenillas, no fumo ni bebo, mi hermana me partió el cassete de Los Piratas cuando niño y cualquier día el Kichi me puede meter medio kilo de grifa en los bajos del patinete eléctrico».

Sí, hubiesen sido unas declaraciones gloriosas. Pero tampoco se queda atrás, y esto sí es real, aquello de que quieren recuperar la Velada de los Ángeles. Cosa tan rancia que, hasta a mí, orgulloso costumbrista, me supera. Además, ahora que Cazallita y Kichi nos han convertido el carnaval en «una fiesta más y una feria de tantas», encajado entre la Feria de El Puerto y el Corpus, ¿para qué queremos una feria aquí si ya estos carnavales se va a sustituir el moscatel por el rebujito?

Por último, ¡qué juego dan estos nombres de los partidos nuevos! ‒’Adelante Cádiz’, ‘Ganar Cádiz’, ‘Ahora Cádiz’‒: supongo que los bautiza el mismo que titula los diarios gratuitos. Ya que estamos, permítanme unas sugerencias nominales: ‘Adelante izquierda, derecha atrás Cádiz’, ‘Ahora Cádiz y luego ya veremos’, ‘Ganar Cádiz, pierde er Levante’, ‘Por Cádiz, si se puede…, y sino por lo que se pueda’; ‘Mamar Cádiz’ y ‘Tú no ere de Cadi’ para los más talibanes… En fin, ya solo falta que se sume a la fiesta Ismael Beiro, porque ahora, Cádiz, pero después qué, ¿eh?