¡Bachillerato! ¿Quo vadis? I don't know
Una vez más las administraciones rediseñan esta etapa, sin contar con la comunidad educativa
![Manuel Holgado García, AESECE ANDALUCÍA: ¡Bachillerato! ¿Quo vadis? I don't know](https://s2.abcstatics.com/media/opinion/2022/05/13/v/bachillerato-U403136909951SYF--1248x698@abc.jpg)
Escribo esta reflexión desde la experiencia de casi cuatro décadas ejerciendo la docencia en Bachillerato y cuando estamos pendientes de la regulación de estas enseñanzas en el marco de la Lomloe por parte de las diferentes administraciones.
La Logse, planteaba la doble finalidad del Bachillerato, ... se configuraba como una etapa terminal (desde ella se podría acceder al ámbito laboral tras una formación específica) y propedéutico (preparatorio para el estudio de otras enseñanzas).
Después de 30 años de esa norma legislativa, no hay que olvidar que el resto de leyes educativas, prácticamente han dejado para el Bachillerato los mismos principios básicos.
En el desarrollo de estos 30 cursos escolares, han cambiado muchas cosas, entre ellas, las características del alumnado que cursa estas enseñanzas y las demandas de la sociedad sobre ella.
Hemos visto cómo otros niveles educativos han realizado cambios importantes en sus finalidades y su estructura, como es el caso de la Formación Profesional (nuevos ciclos formativos, así como una relación más estrecha con el mundo de la empresa y del trabajo).
Sin embargo, el Bachillerato, haseguido en lo básico igual. Sigue siendo insuficiente en la duración, solo dos cursos, para conseguir la finalidad prevista en la LOE: «Proporcionar a los estudiantes formación, madurez intelectual y humana, conocimientos y habilidades que les permitan desarrollar funciones sociales e incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia. Asimismo, capacitar al alumnado para acceder a la Educación Superior». (Cap. IV artículo 32.). El primer curso de Bachillerato, en la práctica, es de adaptación al mismo y el segundo ha convertido a los centros en academias y al profesorado en una suerte de preparadores para la Pevau.
Las enseñanzas están muy centradas en los contenidos teóricos, son contadas las ocasiones en que un docente puede dedicar tiempo a la enseñanza práctica de las diversas materias, y no digo ya a privilegiar la reflexión, el análisis, la capacidad de interrelacionar lo aprendido para hacerlo significativo o la introducción en las técnicas de trabajo científico e investigador.
El carácter orientador del Bachillerato, ha desaparecido o ha sido sustituido, en el mejor de los casos, en unas visitas a centros de educación superior, charlas informativas sobre la Pevau o sobre el acceso a la Universidad en lo administrativo. Así las cosas, cómo se va a tener esa orientación si la figura del Orientador en los centros es inexistente.
Ahora, en el nuevo texto legislativo, se insiste en la atención a la diversidad, es una entelequia ¿cómo atender a la diversidad en un grupo que tiene entre 30 y 35 alumnos, para un profesorado especialista en su materia, que solo tiene contacto con el grupo de alumnos 3 horas semanales e imparte docencia una media de seis o siete grupos a su cargo, y en la mayor parte de los casos en dos etapas educativas, ESO y Bachillerato?
Da la impresión de que todos los problemas de la etapa estuvieran en: si se obtiene el título con una materia no superada, en que se puedan cursar en tres años las materias de dos, en sí las materias son troncales, específicas y de libre configuración o comunes, de modalidad y optativas. En ese aspecto yo estoy convencido de que la capacidad de reflexión, análisis y de relación que se desarrolla en un alumno analizando y traduciendo un texto del latín es similar a la que se consigue resolviendo una integral matemática.
No digo ya, la necesidad de que todos los alumnos de Bachillerato cursen en profundidad la materia de Filosofía y de Historia, la primera en muchos momentos denostada y ambas reducidas a la mínima expresión en su dotación de créditos horarios.
Parece que una nueva modalidad de Bachillerato, el general, aún sin regular, es una solución ¿Significa eso que volvemos entonces al Bachillerato Unificado y Polivalente? Para ese viaje no se necesitaban alforjas.
Y encima queremos, en dos años, lograr el desarrollo de la competencia digital (y ahora eliminar la materia de TICS) y la expresión con fluidez y corrección en al menos una lengua extranjera… ¡Es como querer cuadrar el círculo!
– ¡Bachillerato! ¿Quo vadis?
– I don’t know
Una vez más las administraciones rediseñan esta etapa sin contar con la comunidad educativa. Estoy convencido de que haciendo lo mismo obtendremos igual resultado: un Bachillerato que no responda a las necesidades actuales de sus alumnos ni de la sociedad. De nuevo estamos ante una oportunidad perdida.