Manifestacio-nes contra Trump

Ya llego Trump a la Casa Blanca y el mundo ha sido invadido por la sensación de que el diablo ha poseído a los Estados Unidos. Manifestaciones por doquier alentando a una lucha contra el ‘innombrable’. En España, para no ser menos, también se han convocado concentraciones de repulsa contra el presidente norteamericano. Como si a los estadounidenses les importara algo lo que pensemos en este punto del planeta. Máxime cuando, desde aquel desplante de Zapatero, alias ‘el Cejas’, de no levantarse al paso de la bandera de EE UU, éstos no nos puedan ver.

Es gracioso que algunos y algunas se rasguen las vestiduras en este bendito país ante la eliminación de la pagina web en español de la Casa Blanca y ni siquiera sean capaces de levantar la voz cuando en autonomías de nuestro país, donde tienen representación política sus partidos, se permita, se tolere y hasta se fomente la eliminación del castellano en las webs de los consistorios. E, incluso, se apoye esta decisión en los colegios. Es paradójico que se pretenda un respeto de nuestro idioma por aquellos que no lo respetan y que llegan a vapulearlo en los mensajes que transmiten a los ciudadanos. Porque ¿dónde me dejan ustedes lo ultimo del calendario feminista con sus meses de ‘enera’, ‘febrera’, ‘marza’, y así sucesivamente, hasta el mes de ‘diciembre’? Qué quieren que les diga, esto supera a lo de «jóvenes y jovenas» de Carmen Romero, rozando la más de las absolutas paranoias feminista.

Pero, retomando el tema de Trump... Es curioso cómo algunos en este país pretendan imponer sus gustos políticos en otro país en el que nada pintan. Como algunos y algunas se permiten el lujo de inmiscuirse en uno de los asuntos internos más importante de un país, como es la elección del presidente de la nación. Son esos mismos a los que cuando llegan las elecciones en nuestro país y ven posibilidades de que sus candidatos ganen se les llena la boca celebrando la fiesta de la democracia, en la que se vanaglorian de que cada persona es un voto, y que cada voto debe de ser respetado en las urnas porque es la demostración de la voluntad popular, claro, que esto lo dicen siempre que caigan a su lado de la balanza. En caso contrario, es que la tercera edad no debería de votar ya, o que el uso del sufragio activo debiera de estar limitado a ciertas edades, que casualmente son las que ellos mantienen que les votan.

Dicho esto, si el día de mañana saliera en España como presidente del Gobierno algún candidato de la nueva izquierda y en Estados Unidos le dieran por manifestarse públicamente coreando consignas en contra de éste y su forma de hacer política, no quisiera yo escuchar la que se formaría aquí. Como mínimo se hablaría de injerencias capitalistas en los asuntos internos de un país al que deben de respetar, porque eso es lo que han elegido los votantes.

Pues eso mismo. Nos gustará más o menos Trump, que ya les digo que a mí particularmente no me hace ni pizca de gracia. Estaremos más de acuerdo o menos con la política que pretende hacer, que por otro lado se parece mucho a la que plantean algunos de la «nueva casta».

En definitiva, es lo que han querido los norteamericanos, y por tanto lo debemos de respetar. Y, sobre todo, cuando no somos ni capaces de arreglar nuestros propios problemas internos…