OPINIÓN
Maeztu se pone serio con kichi
El Defensor del Pueblo pide explicaciones al Ayuntamiento por las «deficiencias» en Servicios Sociales
El Defensor del Pueblo Andaluz es una entidad que se creó con la idea de proteger los derechos y las libertades. Así lo describe el propio órgano. Se trata de un Comisionado del Parlamento que ayuda a las personas a resolver problemas o conflictos que hayan surgido en sus relaciones con las administraciones públicas. Su intervención es gratuita, sencilla y reservada, y por si cabe alguna duda, actúa de manera «independiente, con transparencia y objetividad», aseguran. Pues este órgano, el que vela por los derechos y las libertades de manera autónoma y objetiva, ha pedido explicaciones al Ayuntamiento de Cádiz. Su representante, Jesús Maeztu, ha remitido un escrito al Consistorio gaditano para interesarse sobre qué esta ocurriendo en su prestación de Servicios Sociales, un área que, como recuerda, es muy sensible al atender a personas necesitadas, con pocos recursos o presos de la marginalidad. Maeztu explica que a través de un escrito de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), presentado en el mes de octubre de 2017 ante la institución, ha conocido el informe que han elaborado sobre «ciertas deficiencias» de dicho área del Ayuntamiento. Y, tras conocer lo que ocurría, ha abierto una queja de oficio.
Al Defensor del Pueblo no le cuadra que los servicios sociales del Consistorio gaditano sean deficitarios. Le han chirriado las imágenes de las largas colas para pedir cita y la falta de personal que se ha denunciado que existe en la atención que se presta y quiere conocer más a fondo el asunto.
Maeztu dice que entiende que en épocas de crisis crezcan las solicitudes de ayuda y la incapacidad de muchos centros de servicios sociales para acoger tal demanda. Pero, aún así, entiende que tiene que pedir explicaciones.
Este asunto es uno de los que más escuece al alcalde de Cádiz. Nada más llegar a San Juan de Dios, González Santos aseguró que mejoraría estos servicios que son de primera necesidad para el ciudadano, sin embargo, no solo no han mejorado -tal y como se desprende de las quejas presentadas- sino que además, ahora, se enfrenta a tener que rendir cuentas ante el órgano andaluz que vigila de cerca que se cumplan con escrupuloso rigor los derechos y las atenciones de quienes más lo necesitan. Kichi tendrá que dar esas explicaciones y, lo más importante, poner sobre la mesa soluciones.