Opinión
Licenciosos
A colación con el conflicto de los taxis, se ha utilizado inadecuadamente esta expresión
A colación con el conflicto de los taxis, se ha utilizado inadecuadamente la expresión “licencioso”. Algunos lo han equiparado a la exigencia de la licencia, como requisito necesario para el desarrollo de la actividad de transporte mediante un taxi. Sin embargo, el termino según la ... RAE se refiere a quien es atrevido y disoluto o carece de moralidad, especialmente en lo que hace referencia al aspecto sexual. De ahí que son sinónimos: libertino, lujurioso, sensual, vicioso, corrompido, depravado, lascivo. Y antónimos: púdico, honesto… El mal uso del lenguaje impide en ocasiones centrar, discutir y arreglar los avatares cotidianos y aquellos que no lo son tanto. Quizás por eso, Jorge Arreaza, diplomático venezolano, en su intervención ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, denunció antes de ayer la postura “injerencista” de países europeos en apoyo al intento de golpe de Estado que promueve el Gobierno estadounidense y la oposición nacional. A continuación, denunció que naciones como España y Francia cuestione el resultado electoral de las urnas presidenciales de 2017 en Venezuela. Acto seguido, el canciller venezolano recordó que el presidente español, Pedro Sánchez, no resultó electo en las urnas. Quizás sea la única verdad de lo manifestado. La legalidad de la moción de censura es distinta de la “legitimidad” de gobernar en atención al discurso esgrimido en el Congreso de los Diputados, en el que condicionó el solicitado apoyo a la moción a la inmediata convocatoria de elecciones. Pero, no me trae aquí y ahora al inefable presidente del gobierno. Me preocupa sobremanera el problema que padecemos con la forma de la normativa reguladora del transporte terrestre. El “ingerencismo” no existe según la RAE. la palabra no tiene significado. Se puede desprender de la palabra injerirse que significa, "meter una cosa en otra". El sector del taxi ha metido en un tremendo lio a todos los ciudadanos, a los que impide desenvolverse y ejercer su libertad de movimientos.
Viendo y observando como gesticula Tito Álvarez, el cabecilla catalán del conflicto, “en este caso sobre movilidad”, nada me extraña. Sólo cuatro años como taxista asalariado, lo han hecho “cabecilla imprescindible”. Ya no conduce ningún taxi, su actividad se limita a darnos por la baticola a todos los españoles. Y es que, en octubre de 2017 “dicen” se quedó sin puntos en el carnet de conducir. Además, este “prenda” se le asocia con los “Boixos Nois”. En fin, un angelito. A la saga, el pelotudo patatero Ministro de Fomento, que niega que su ministerio haya hecho dejación de funciones. "Yo no es que me quité ninguna patata caliente. Es que les encanta a algunos ese argumento. Sobre todo, a aquellos que no quieren asumir su patata caliente”. Lo que denota que designarlo pelotero no tienen ningún sentido. Ya que el término significa en los aledaños del Río de la Plata, aquel que se comporta ingenuamente o con falta de inteligencia. Éste es un caradura que no asume sus obligaciones políticas y con su actitud lo que hace es destrozar una vez más los mecanismos del mercado interior español, fraccionándolo por enésima vez. Su irresponsabilidad no tiene límites.
Centremos el problema. El mal uso intencionado del lenguaje, nos lleva a centrar indebidamente un problema. Y ello impide analizar sus efectos y consecuencias. Lo que acontece con los taxistas no es un problema de huelga. La cuestión debe ser considerada un cierra patronal. Sólo los trabajadores son sujetos de derecho de la huelga. El mecanismo de defensa de los empresarios en caso de huelga o cualesquiera otras modalidades de irregularidad colectiva en el régimen de trabajo, cuando concurran ciertas circunstancias, es el cierre patronal, regulado en el artículo 12 RD-Ley 17/1977. Precisamente, esta institución es una institución defensiva para el empresario, en supuestos habitualmente de huelga o de alteración de la normal actividad empresarial, como son, la existencia de notorio peligro de violencia para las personas o de daños graves para las cosas, la ocupación ilegal del centro de trabajo o de cualquiera de sus dependencias, o peligro cierto de que ésta se produzca y en último extremos, que el volumen de la inasistencia o irregularidades en el trabajo impidan gravemente el proceso normal de producción. Otra cosa, es el derecho de reunión que a todos nos asiste y que es de amparo constitucional también como el derecho de huelga. El artículo 21.1 CE reconoce el derecho de reunión y manifestación que se encuentra desarrollado por la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, Reguladora del Derecho de Reunión. Conforme a ella, se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.
Todo es un despropósito. El Gobierno no gobierna. El Legislador no legisla. La Ley no se cumple…Sólo exigiendo su cumplimiento se soluciona. Ayuda mucho también aplicar el sentido común. Henry Ford decía que “el verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos”. La revolución digital, base del conflicto del taxi, exige asumir sin límites las posibilidades en beneficio del interés general, que es el de todos los consumidores.
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