La Voz - EL APUNTE
Las lagunas del Carnaval
La polémica con las emisoras de radio queda en nada pero sirve para saber que falta control sobre el destino de cada euro que mueve la fiesta
Los aficionados al Carnaval de Cádiz, que se cuentan por miles tanto en la ciudad como en la provincia y en toda Andalucía, presenciaron ayer cómo se cerraba otro de los debates estériles y falsos que la parte organizada de la fiesta acostumbra a mostrar cada poco. En este caso, era el referido a la retransmisión del Concurso Oficial a través de las emisoras de radio privadas. A petición de un colectivo presente en la Ejecutiva del Patronato, y con la negativa del Ayuntamiento, los autores decidieron pedir el pago del palco que usan las radios que no son públicas. En la práctica, el pago diario de un palco completo viene a suponer un canon por la retransmisión, añadido a lo que las emisoras ya envían a la Sociedad General de Autores. Finalmente, y tras la amenaza de plante de todas las radios que suelen acudir al Gran Teatro Falla, los colectivos de autores dieron un paso atrás. En un comunicado, incluso, llegan a «lamentar la situación creada, por malentendidos» y reconoce «como no puede ser de otra forma, el derecho de información de las emisoras recogido en nuestra Constitución». Pero aunque haya quedado en nada (como el debate sobre el sexismo y la eliminación en la figura de las ninfas) ha servido para comprobar algo: el mundo del Carnaval organizado precisa, irónicamente, de organización y seriedad. Cada vez mueve más dinero, de más gente, y es una obligación de sus representantes saber dónde está cada céntimo de euro, a quién va a destinado y en qué concepto.Que los dirigentes de los colectivos digan ahora que no conocían que las radios, durante diez años ya, pagan una cantidad a la SGAE por poder retransmitir resulta muy preocupante. Da una idea de todo el trabajo que resta por hacer en un mundillo que, por suerte o desgracia, cada vez se profesionaliza más.