OPINIÓN
Kishi, la deresha y los fashas
En la celebración de su victoria electoral, el alcalde quiso ser 'La Gaditaníssima', pero le salió 'Er Chele Vara'
![Kishi, la deresha y los fashas](https://s1.abcstatics.com/media/opinion/2019/06/02/v/kichi-elecciones-kwFH--1248x698@abc.jpg)
Pasó en ‘Juego de Tronos’. Pasó en ‘Perdidos’. Pasó incluso en ‘’Los Soprano’ (había escrito ‘Los Serrano’, que también valdría). Todo funcionó, salvo el final. La campaña de Kichi, que empezó cuando se compró el traje y dejó de exponerse en los medios de comunicación, ... ha sido intachable. Su estrategia en las últimas semanas, evitando el error, sorteando la posible declaración sacada de contexto y echando a los Iglesias del templo, eficaz. Pero llegó el día de la celebración electoral y, ay, llegó la impostura, el teatro y ese Kichi sobreactuado que tanto chirría en ocasiones en el sillón de alcalde.
«Cádiz resiste» ( como dice la columna de mi vecina Yolanda Vallejo ) proclamó el mesías González acompañado de sus santos. Lo que no nos dijo claro es a qué. A Kichi, con un tono de malote de la pandilla que no casa con su look de delegado de clase, se le fue la fuerza por las ‘sh’ de la arenga de su gran noche. Cosas del concurso, quiso ser ‘La Gaditaníssima’ pero le salió ‘Er Chele Vara’. La ciudad SHiquitita del sur del sur, la de La Pepa y SalvoSHea, había parado a la dereSHa, a los faSHas y a los maSHirulos. Su discurso sonaba a la penúltima cuarteta del que busca el aplauso del paraíso pero pensando en el contrato en Córdoba. No reparó en la contradicción de decir que afrontaba el éxito (incuestionable, obviamente) electoral con «tremenda» humildad. Hubiera ‘heSHo’ mejor un adjetivo más SHiquetito. Se sentía, como en el pasodoble, pluscuamperfecto.
Kichi ha demostrado en estos cuatro primeros años que es un tipo inteligente y que tiene un excelente don de gentes que le permite resultarle simpático a los que se confiesan como sus acérrimos detractores. En el debate electoral que mantuvo con sus adversarios se hizo grande cuando le atacaban; no por el intercambio de argumentos, sino porque sus supuestos enemigos se referían a él de tú y como «José María». Al espectador le transmitían el mensaje de «no estamos de acuerdo con él, pero leñe, se hace querer».
Y ésa es la esencia del votante gaditano. «Nos dijeron durante 20 años que Cádiz era de dereSHa», proclamó Kichi en la peña Juanito Villar. No era para tanto. Era Teofilista, porque ‘Teo’, por encima de soterramientos, caía bien. Ahora Cádiz no es ni un soviet ni una comuna bakuninista como brama la mitad de una dereSHa que sabe que la otra mitad le habrá votado. Cádiz es Kichista. Gustan sus gafas como antes los fulares de Martínez. Su tatuaje sorprende y atrae como el pelo de su predecesora. Se equivocó KiSHi, nunca Juan Carlos: Cádiz no resiste, Cádiz se (le) rinde.