La Voz - El Apunte
Lo justo es que cumplan
La lista de fugados de los tribunales sigue activa. Aunque ya se puede borrar de ella a Rodríguez de Castro, El Tenebroso ha sumado uno más
Tras una sentencia no hay sólo un condenado o un inocente. Tras un fallo judicial hay mucho trabajo. El de los agentes que ponen a disposición del juez al acusado de un delito, el de los abogados que lo defienden o lo tienen en frente, el de los fiscales, los instructores, y los funcionarios. Muchos profesionales que han dedicado horas al caso en cuestión y que intentan que se haga justicia una vez que se presenta una denuncia. También están los perjudicados. Aquellos que han visto sus derechos quebrantados o que han sufrido por el mal ocasionado de quien se sienta en el banquillo. Este trabajo se prolonga a menudo durante meses y años, hasta que el tribunal falla y se castiga o perdona al procesado. Pero todo esta labor no ha servido para nada si una vez dispuesta la pena, el condenado burla los controles y se convierte en prófugo. Por eso es vital que cuando se dicte el fallo, y siempre manteniendo el derecho a la defensa intacto, se cumplan con firmeza las pautas establecidas para que un ladrón, un sicario, un defraudador, un abusador, etc... no tenga escapatoria posible y pague por lo que ha hecho. Porque para eso está la Justicia. Para defender a los dañados y castigar a los que dañan. Si para el ciudadano que un condenado escape es escandaloso, imagínese para su víctima. Por ellos sobre todo hay que intentar evitarlo.
Esta semana pasada conocíamos la detención de uno de esos fugados más conocidos, Rodríguez de Castro dejaba de formar parte de esa lista de prófugos al ser detenido en México para su extradición y entrada en prisión.Pero este registro se ha mantenido igual en número de fugados ya que al arresto del exdelegado de Zona Franca se ha incorporado la huida de Julio Balader, conocido como‘El Tenebroso’, y que tiene pendiente su entrada en la cárcel para cumplir condena por asesinar por encargo a una mujer en El Puerto. No hay por tanto lugar al descanso. Hay que seguir trabajando para ser justos.