Nandi Migueles - Opinión
Jurado de coros y comparsas
El que me conoce sabe que voy a actuar honestamente y objetivamente sobre lo que traigan sobre esas tablas
Después de haberme tomado un paréntesis como articulista en éste apartado dedicado al carnaval, regreso si cabe con más ganas a dar mi opinión y comentarios sobre nuestra fiesta. Tranquilos, miren por dónde, lamento manifestaros que no tengo más remedio que hacer otro parón como “juntaletras” de esta sección. Sí, no estoy loco, aunque por los acontecimientos por los que he pasado últimamente podría estarlo. Para mí es siempre un placer escribir sobre carnaval en un medio tan prestigioso como La Voz de Cádiz pero creo que ahora me toca hacer un nuevo paréntesis y esta vez de modo voluntario. Este año participo como vocal de coros y comparsas en el jurado oficial de concurso de agrupaciones. No se asusten, no tienen nada que temer tanto coristas rivales como comparsistas de renombre. El que me conoce sabe que voy a actuar honestamente y objetivamente sobre lo que traigan sobre esas tablas. Los únicos que tienen que temer algo son aquellos que quieran comprar de alguna manera mi fallo hacia su beneficio o aquellos que intenten inclinar mi decisión hacia sus propios intereses. Llevo toda la vida reclamando y apostando por un jurado imparcial, honesto y con conocimiento en la materia, ahora que formo parte de uno, el cual creo posee esas características, no quiero ni voy a defraudar a nadie. Cualquier intento de soborno carnavalesco, de imponer o mantener todo tipo de vicios adquiridos o heredados, de algún ejemplo de cohecho en las puntuaciones, de movimiento extraño en el palco, de cualquier corriente o predisposición tanto positiva como negativa hacia algún grupo o autor, alguna forma de chantaje o coacción hacia a mi persona o hacia algún miembro que compone el jurado en este año, será un indicativo claro para destapar, descubrir, desmontar, denunciar o desenmascarar al infractor de dicha acción, no lo duden. De alguna manera hay que conseguir entre todos y aportando cada uno en nuestra medida de lo posible, nuestro grano de arena para que nuestro concurso sea una competición entre agrupaciones sin ningún aditivo que huela a mafia o empañe la credibilidad de unos premios. Nuestro concurso requiere un jurado que mime a cada agrupación en su actuación, que sepa lo duro que es sacar un grupo al escenario, que conozca el trabajo y esfuerzo de los ensayos, que haya estado involucrado de alguna manera directa en este carnaval tan singular, que aprecie un repertorio, que valoren a los grupos por lo que hacen cada año y no por lo que hicieron en años anteriores, un jurado que no tenga prisas en las deliberaciones, que no dependa de unos números fríamente, un fallo del jurado donde se argumente el porqué de esos premios, un jurado que se ría, que llore de emoción, que vea la actuación sin subestimar ni predisponer nada, que no mire por encima del hombro o desde su propio ego, un jurado que piense las cosas dos veces antes de hacerlas, que tenga sentido común, que premie la originalidad, que recompense más a las letras que a la música, más a la interpretación que al tipo y por supuesto que sepa ponderar con el factor impresión de la primera actuación con las desempeñadas en las siguientes fases , es un concurso muy largo.
Desde mi humilde posición solo quiero desear la mayor de la suerte y estímulo para cada una de las agrupaciones participantes. Al Cesar lo que es del Cesar, lo intentaré, no lo duden .