Primavera sin librerías
«Ahora hay cosas más importantes en que pensar, en los hospitales por ejemplo»
Hoy resulta agradable recordar que hace casi medio siglo, al amanecer del 25 de abril de 1974, España se llenó de alegría portuguesa. La canción “Grándola Vila Morena” del cantautor Zeca Afonso sirvió de señal para que los soldados salieran de sus cuarteles, comandados por ... jóvenes oficiales dispuestos a conquistar la democracia para su patria; claveles rojos pendían de los fusiles mientras la gente abrazaba con alborozo a los militares. Aquel pacífico golpe de estado condujo al gobierno del coronel Vasco Gonçalves que implanta un estado de socialdemocracia avanzada. La colorida fiesta nacional que hoy celebra Portugal se mostrará este año contenida por el ataque global del covid19; la naturaleza manifiesta su poder frente a las debilidades del género humano, lo cual debiera inducirnos a la humildad, virtud que el pueblo portugués ha venido demostrando en su historia más reciente con un gobierno social heredero de aquel revoloteo de claveles. Tampoco Barcelona se ha llenado de rosas rojas durante la festividad de Sant Jordi . La costumbre de regalar estas flores el día del santo patrón se remonta al siglo XV y desde 1929 Cataluña celebra el día del libro que se reconoce universalmente por la Unesco en 1996. Ojalá el año que viene podamos ver las calles de nuestras ciudades llenas de libros y de flores, pues el obligado confinamiento nos ha cerrado las librerías. Me preocupa la desescalada, las bibliotecas fueron las primeras en cerrar y pudieran ser las últimas en abrir.
La fecha de celebración de la fiesta de las letras también se debe a que Cervantes y Shakespeare murieron el 23 de abril de 1616, aunque no existiera coincidencia real, pues Inglaterra y España utilizaban distintos calendarios. Sin embargo, el Quijote de Cervantes alcanza la gloria literaria entre intelectuales británicos ya que su popularidad en España se limitaba a círculos populares, como relato satírico de aventuras que desdeñaban tanto los escritores de la época como los lectores de la nobleza. El acto de lectura continuada del Quijote que habitualmente tiene lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid durante tres días consecutivos, este año se ha realizado de forma virtual, iniciando la dicción Joan Margarit, que tendría que haber estado en la Universidad de Alcalá de Henares recogiendo el premio Cervantes, pero el estado de alarma ha obligado a posponer la ceremonia. Margarit aclara que “ahora hay cosas más importantes en que pensar, en los hospitales por ejemplo”.
“La llibertat és una llibreria” es uno de los versos más lúcidos de Joan Margarit, sobre todo ahora con las librerías cerradas por el covid19 , que amenaza con romper el orden social mientras se especula con el futuro de los libros a partir de la invención de los medios electrónicos y de internet. Bill Gates exhibe en su casa una espléndida biblioteca y sostiene que, si bien cree en la desaparición de los periódicos, piensa que los libros perdurarán en el tiempo por valores que trascienden los propios textos. La película Fahrenheit 451 de François Truffaut (1966), basada en una novela del maestro de la ciencia ficción Ray Bradbury, reivindica la cualidad liberadora de los libros, a través de la distopía de una sociedad totalitaria que los prohíbe, Guy Montag es un bombero encargado de quemar los libros prohibidos que se rebela para unirse al grupo de los hombres libros, personas que memorizaban los textos para evitar su desaparición y así conservarlos para cuando la humanidad recuperase la libertad y la cultura.