OPINIÓN

El juego de la gallina

PSOE y Unidas Podemos se dirigen irremisiblemente el uno contra la otra en una alocada carrera

Antonio Papell

 En la teoría de juegos, de gran utilidad para analizar y entender las conductas humanas, el juego del gallina (Chicken game) es un clásico. En su acepción primaria, que llega de los Etados Unidos, es una competición de automovilismo o motociclismo entre adolescentes en ... que dos participantes conducen sendos vehículos en direcciones enfrentadas; el primero que se desvía de la trayectoria de choque pierde y es humillado por comportarse como un gallina. El juego se basa en la idea de crear presión psicológica hasta que uno de los participantes se echa atrás y se rinde. Evidentemente, el modelo ha sido exprimido por psicólogos y sociólogos para ser utilizado como referente en la vida diaria. Lo explicaba Rafael Conthe así en un artículo ya algo lejano en el tiempo: «Imaginemos un conflicto entre dos personas o instituciones. Si ninguna de ellas cede, se producirá un accidente, tragedia o desgracia, en la que ambos saldrán malparados (en casos extremos, muertos). Lo mejor para cada una de ellas es mantenerse firme y que la otra ceda: de esa forma se evitará la desgracia colectiva y quien se haya mantenido firme podrá sentirse satisfecho por haber ganado el pulso». El peligroso juego ha dejado huella inmortal en historia del cine, aunque en la versión de dos automóviles lanzados en paralelo hacia el acantilado. Quien saltaba primero del vehículo en marcha era el gallina y perdía la prueba. Fue en 'Rebelde sin causa', la célebre película de James Dean de 1955.

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