Opinión
De Josep Lluís Trapero a José Luis Trapero
Ese tránsito bien puede calificarse de metamorfosis
Ese tránsito bien puede calificarse de metamorfosis. Se le llama ésta, a aquel proceso biológico en cuya virtud un animal se desarrolla desde el mismo momento de su nacimiento hasta la época de la madurez, incurriendo entre tanto en grandes cambios estructurales y fisiológicos. El ... concepto gira en torno a otro, el de transformación. Por lo que hace referencia a la mutación, la evolución o el cambio de una cosa que se convierte en otra diferente. Y como paradigma en la naturaleza, la secuencia huevo, larva o gusano, capullo, crisálida y mariposa. Y mire por donde aquí entra Trapero . Veamos su tránsito vital.
Vallisoletanos sus progenitores, reconvertidos en charnegos por destino. La xenofobia verbalizada con la que los catalanohablantes definían a los trabajadores que llegaban a Cataluña desde otros lugares de España. La genética del huevo era castellano-leonesa. Su fase como larva o gusano, la realiza en Santa Coloma de Gramenet, un municipio del extrarradio de Barcelona, lugar de charnegos, buenas gentes. Es el destino, y en consecuencia nada que objetar. Su lengua materna es el castellano, pero él se identifica como Josep Lluís y hablaba catalán a la perfección, mejor que Puyol. No le gusta el fútbol, aunque su número de placa policial es el 1899, año de la fundación del Barça. Pasa el tiempo y su mutación en capullo es un hecho. Su conversión en catalán es un hecho después del dominio mostrado en la lengua de los Padres de la Abadía de Monserrat. La larva, gusano u oruga produce extensos filamentos de seda, al retraerse para la metamorfosis. El capullo, amarillo por descontado, como los putos lazos exhibidos sin pudor por los golpistas catalanes, tienen la finalidad de proteger a su crisálida. Cuando faltan un par de días aproximadamente para hacer el capullo, los gusanos suelen ir amarilleando desde la cola progresivamente hasta la cabeza. La zona más amarilla se hace más blanda y el gusano se encoge de tamaño. Suelen defecar de color verde y más blando, algunos incluso líquidos verdosos o amarillentos. En este estadio o situación sitúo al Mayor y sus “mossos y mossas”, mozas a mansalva y mozalbetes, que abatieron a seis de los terroristas que perpetraron el crimen de las Ramblas. Desde luego, el último de los abatidos, lo fue en un alarde de falta de diligencia, ya que se encontraba solo y a su acecho toda una compañía de la policía catalana. De haberlo detenido, hubiera hablado y quizás se hubiera ordenado el inmediato retorno de las condecoraciones a las que se apresuró la Generalidad a otorgar su reconocimiento como auténticos héroes. Fue abatido en campo abierto. Eso no lo hace nadie y nunca una policía profesional, con intención de obtener todas las pruebas en el esclarecimiento de los hechos.
El ciclo del “capullaje” se estima en unos trece días aproximadamente. Pero el gusano necesita de más de treinta y cinco días para ser un engendro amarillo. Como los lazos, las cruces y demás útiles con los que los de Tractoria se acicalan. Pero, el capullo lució amarillo oro en todo su esplendor, cuando Trapero contestó a un periodista holandés en rueda prensa. Con todo el sentido común, un periodista venido de los Pises Bajos afeó al Mayor, por descortés y absurdo, ya que respondía en catalán y no en castellano, lengua conocida por todos los periodistas allí presentes, incluidos los catalanohablantes. Trapero le replicó que, si le preguntaban en castellano, respondería en castellano, y si lo hacían en catalán, lo haría en esa lengua. El periodista, Marcel Haenen, se levantó y abandonó la sala. Trapero contestó: "bueno, pos molt bé, pues adiós". El capullo estaba a punto de ser coronado y terminado de construir, ya que el gusano ha estado segregando hilo de seda amarillo por supuesto y quedar totalmente envuelto en él, transformándose en crisálida.
Estamos ahora en la etapa final de la transformación en mariposa. Mariposón amarillo, sin duda. Sólo hay que ver la foto de la paella del metamorfoseado, en la famosa comida en Cadaqués, organizada por la mayor de las sectarias donde las haya, Pilar Rahola y entre el selecto gentío, Joan Laporta y Carles Puigdemont. Lo mejor de cada casa. Estampa bucólica, la sierra, las mariposas amarillas y Rahola quien sabe sí iniciando un proceso de transformación o metamorfosis, todavía en estado de gusano amarillo-catalán, por eso de la túnica utilizada ese día de la foto, con ribetes amarillo-catalán. Por cierto, desde la Edad Media, en Occidente, el color amarillo siempre ha encarnado cosas negativas. De hecho, al propio Judas, el apóstol que vendió a Jesucristo, se le suele representar de amarillo en las pinturas del renacimiento. En el medievo, el amarillo es una forma de encarnar la traición. En esa época de la historia, pasó a ser el color con el que se identificaba a las prostitutas, las brujas y los deudores. Su condición de deudor del Estado, financiado a través del “FLA”, exige colorear los mapas catalanes de amarillo, pero esta vez por derecho propio. Goethe calificó el color amarillo como “el color cornudo”. Pero, conectando el momento mariposa, veo que ya no es Josep Lluis, se ha transformado en José Luis. Lo constaté escuchando su testimonio ante el Tribunal Supremo. Esa larva envalentonada llamada Josep Lluis, se había convertido en José Luis cobardeando en tablas . Ese momento de tránsito fue constatado cuando la larva defeca de color amarillo y muy blando, en ocasiones incluso líquidos amarillo-catalán. Bueno, en este caso les aseguro que era muy, pero que muy amarillo.
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