José María Esteban

Y llegó la esperanza real

Nunca admitimos que los pinchazos nos emocionan y nos ponen pelines tensos

José María Esteban

La hora era la exacta, en el concreto y corto descanso de la siesta. Llevaba muchas semanas esperando que se convirtiera en realidad la comunicación sobre la fecha y la hora. Tan ansiada por querida, en ese día supuso una enorme alegría, satisfecha con aquel ... sonoro tintineo. Los anhelos cuando se consiguen, se agazapan en las rendijas de una primera sensación de inquietud. Las llamadas a esas horas son molestas y a veces muy incordiosas. Ya sabemos que los números largos son llamativos, porque siempre suelen provenir de medios institucionales o sanitarios, por lo que era posible prever que se tratara de un recordatorio o algo así. La abigarrada acumulación de noticias y porcentajes en sus avances y retrocesos, presionaban mucho.

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