José María Esteban - Opinión
La crisis de las universidades públicas
La UCA, a la que me honro en pertenecer, trabaja por encima de su reconocimiento y su despliegue en los polos de interés de esta provincia, y ya va siendo hora de que alguien se dé cuenta y lo exija
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La Universidad fue siempre una creación desde lo público. La más antigua del mundo, Qarawyyin, nace en Fez, y fue fundada por dos mujeres tunecinas según unos datos en 859 y otros 881, como madrazas de estudios islámicos. En Europa la de Bolonia, creada en ... 1088, se sitúa como la primera Universidad como tal, y en España la salmantina, desde 1218. Todas con orígenes en impulsos de personas y gremios civiles, pero siempre con fundamento y base económica desde lo público, interesadas en el mejor desarrollo del conocimiento, la investigación y la cultura superior de la sociedad.
Muchas instituciones han ido desapareciendo de la historia de la Humanidad. Sin embargo desde aquellos tiempos inmemoriales. -surgieron muchas a partir el siglo XII-, las Universidades Públicas siempre se han mantenido vivas, superando periodos difíciles. Sobrevivieron por unas cualidades que son su naturaleza y generación: estar situadas en permanente crisis y en continua, libre y constructiva crítica a la sociedad. Esta dialéctica las hizo más fuertes, razonables, respetables y conscientes de la realidad de sus tiempos y sitios, con los avances en las Ciencias y las Humanidades.
En Andalucía, que es como decir casi en España, la democracia trajo un número amplio de Universidades. casi todo el mundo entiende como excesivas, pero que comparadas con otros países, no son nada, ya que en América, Australia o en este mismo continente, casi cada ciudad de cierto interés posee varias Universidades. Bien que algunas sean privadas, pero nunca falta una pública. Andalucia es la comunidad más grande y poblada de España, con una población que supone su 20% y una extensión que es del 17,3%. No solo se merece diez Universidades, sino que quizás nos quedamos por debajo de los ratios europeos que se marcan. Tan solo en Londres el 50% de sus vecinos tiene un título universitario y hay 32 Universidades Públicas.
Creo que siempre se intenta confundir las cualidades especiales de esta tierra, con los intereses de la formación superior privada, para nutrirse de las necesidades que deberían aportar las propias Públicas. No me equivoco si opino, que ahora nos encontramos en un periodo de tiempo, auspiciado por el cambio político andaluz, donde sobre esas carencias, se practican claramente estrategias de debilitamiento de los recursos públicos y se hace más cómodo la llegada de centros privados.
Nada hay que oponer a que los empresarios quieran invertir en Enseñanza Superior, por supuesto, la Iglesia hizo mucho en su tiempo. La libertad de opción y de recursos depende de cada economía, pero lo que es indudable, aparte de la consabida igualdad de oportunidades, es que estos momentos se acompañan cada día con una noticia de recorte o de imposibilidad presupuestaria, que debilita cada vez más nuestras Universidades Andaluzas.
Se, de buena experiencia, que en el caso de Cádiz, con sus cuatro campus, nunca se ha asumido por la gobernanza autonómica, que hay una deuda importante que saldar. Además esos campus surgieron por propia voluntad de sus gobernantes para equilibrar los territorios e intereses de pactos. No es solo cuestión de titulaciones y su valor añadido en docencia e investigación, se trata de una cohesión provincial que solo puede hacer una empresa como esta. La UCA, a la que me honro en pertenecer, trabaja por encima de su reconocimiento y su despliegue en los polos de interés de esta provincia, y ya va siendo hora de que alguien se dé cuenta y lo exija. No solo ella en su soledad, sino todos los ayuntamientos y la sociedad a los que da vida y sus áreas de influencias, incluso instancias europeas, por ser la de mayor atracción de Erasmus. El Valcarcel, la necesidad de profesorado, el callado pero inmenso trabajo de su personal de administración y servicio, y su calidad contrastada en verdaderos y no taimados rankings, está por ver que se vean comprendidos y razonablemente satisfechos algún día, por tanto díscolo de lo público. Y más con lo que viene.
Salud y mascarillas.