José Juan Ramos - La cromatina carnavalera

De Carnaval es mu difícil saber

Los nuevos aficionados no conocen a los maestros, no tienen el acervo cultural mínino que requiere esta fiesta para poder criticar o encumbrar

El carnaval ha cambiado señores y lo ha hecho casi sin que nos demos cuenta. Ha cambiado su público, su proyección, su puesta en escena, ha cambiado como si fuera un producto de temporada al albur del mercado…

Ha cambiado la musica, y los gritos de ánimo y hasta los aplausos y los vítores del público. Ha cambiado tanto que corre el peligro de cambiar hasta su propia esencia.

Y ese cambio no es etéreo, no es gaseoso… es absolutamente pragmático e incuestionable, y me asusta que pueda conllevar también desajustes en los pilares más básicos del carnaval de Cadiz y en sus coplas.

Los nuevos aficionados no conocen a los maestros, no tienen el acervo cultural mínino que requiere esta fiesta para poder criticar o encumbrar, y a menudo las valoraciones que se escuchan son directamente proporcional a lo bien que cae cierto componente de cierta agrupación sin obedecer a un criterio objetivo de calidad.

Rasgarse la camisa con agrupaciones que reproducen patrones idénticos a otras ya existentes o aplaudir hasta la extenuación repertorios vacíos por el mero hecho de que el interprete en cuestión es tu “amigo” por redes sociales sin haber llegado si quiera a hablar con él en persona evidencian un derrotero muy peligroso.

Las agrupaciones se hacen para ganar y no para lanzar mensajes, las escenografías se hacen para buscar contratos y no para afianzar el sentido de la propia obra y el montaje vocal se realiza de tal forma que los momentos brillantes queden repartido entre las estrellas.

Nos dirigimos cuesta abajo y sin freno a un carnaval desnaturalizado para unos neoaficionados cuya base crítica es mínima y cuyo aplauso es fácil. Aficionados con un altavoz tremendo en redes sociales, YouTube, blogs y mil plataformas digitales. Aficionados que están introduciéndose cada vez más en un mundo superfluo donde la copla y la raíz cada día se olvida más.

La universalización de las herramientas de emisión y edición de textos, audios y vídeos ha conllevado, como en el resto de cuestiones del día a día, la aparición de muchas plataformas vinculadas al carnaval que informan, opinan, visibilizan y ponen el foco en determinados aspectos de la fiesta de forma frívola y lo peor de todo; tratando de sentar cátedra en base a un conocimiento muy pobre de la materia.

Ay carnaval carnaval, to el mundo opina de to y ninguno entiende de na.

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