El chiringuito

Quisiera que Juanma haga lo que prometió que haría hace tres años y medio y no ha hecho. Más claro no puedo ser

Podría haber elegido otra forma menos metafórica de pasar la jornada de reflexión y esbozar las líneas que hoy les presento, pero no quería dejar pasar la oportunidad de imbuirme en la esencia andaluza propia de este afortunado fin de semana de junio y me ... he venido a mi rincón favorito de la playa de Santa María del Mar a disfrutar de este lujo palapeño antes de tirarme de cabeza al Atlántico, previo mojado progresivo de partes blandas y sus correspondientes saltitos de atemperación. Estando en Cádiz, ustedes comprenderán que vaya fresco y prescinda de piscinas o referencias poéticas al charco caliente que baña la tierra del presidente. Que de pelotas de playa ya irá servido el señorito. Con el acontecimiento político que afrontamos el domingo, ustedes comprenderán que abandone momentáneamente mi proyecto de cambio de rumbo (aquel que les comentaba la semana pasada, de olvidarme de la política y dedicarme a contar cuestiones comunes de gente corriente) y dedique esta columna a engrosar, por debajo, la lista de artículos monotemáticos que inician hoy su particular bombardeo. Hacer lo contrario me hubiera aportado originalidad, pero les confieso que me puede más el vicio que el arte. Y la política…ya saben. Teniendo en cuenta el día que esto escribo y el que ustedes lo leen, el petardazo sería darles un vaticinio y acertarlo.

Ya les advierto que la cosa no se me da nada mal (tengo quienes pueden certificarlo), pero como nadie está vacunado contra el equívoco y el ridículo, no quiero correr semejante riesgo. Pero sí me permitiré una frivolidad arriesgada (no sería yo si renunciare a ello), cual es la de expresar mis deseos para el lunes de resaca y para los cuatro años venideros. Deseo que el PSOE haya hundido su suelo electoral. Sería una forma maravillosa de demostrarle a ese partido que el electorado andaluz tiene Dignidad y Memoria, valores tan ensalzados por la maquinaria engrasadora que ha pringado los poros de esta rica tierra durante tantos años que a punto estuvieron de hacerla yerma. Deseo que Ciudadanos experimente una catarsis e inicie, a partir de hoy, un proceso de refundación del Centro Liberal español, algo tan necesario, tan anhelado y tan defraudado por quienes han tomado las riendas de aquel partido que han convertido un bonito proyecto político en una timba perdularia. Es decir, deseo una Regeneración de ese partido, que no es más que pedir que vuelva a su principio constituyente. Quisiera que Juanma haga lo que prometió que haría hace tres años y medio y no ha hecho. Más claro no puedo ser. Él, en cambio, sí puede -y debe- ser más transparente. También desearía que dejara de tomar aire por las comisuras a modo de interludio entre pregunta y respuesta, pero esto ya es una manía de un servidor. Y, por último, desearía que –por una razón u otra– se eliminara la administración paralela y las subvenciones a sindicatos, se redujeran los impuestos y se mejoraran los servicios públicos, se mejoraran las políticas de empleo, se cuidaran a las familias como pilares de nuestra sociedad y se gobernara con más sentido de gestión y menos ideología ni politiqueo. En definitiva, quisiera que a partir de hoy los únicos chiringuitos que quedaran en pie en nuestra Andalucía fueran los que montan los currantes en nuestras playas para atender a quienes venimos a pagar con dinero ganado justa y honradamente, sin suponer carga pública alguna. Éstas últimas, ¡al agua!

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